La tumba del filósofo alemán Karl Marx en el cementerio de Highgate, en Londres, ha sido atacada de nuevo, esta vez con pintadas en color rojo en el monolito que sostiene su efigie en las que se denuncia el "holocausto bolchevique" que causó "66 millones de muertos".
Vandals back at Marx Memorial, Highgate Cemetery. Red paint this time, plus the marble tablet smashed up. Senseless. Stupid. Ignorant. Whatever you think about Marx's legacy, this is not the way to make the point. pic.twitter.com/hGKBMYGWNy
— Highgate Cemetery (@HighgateCemeter) February 16, 2019
El cementerio ha publicado en su cuenta oficial en Twitter fotografías del acto vandálico que incluye frases como "Monumento al Holocausto bolchevique, 1917-1953. 66.000.000 de muertos", "Arquitecto de genocidio, terror, opresión. Asesino de masas", "Ideología de la hambruna" o "Doctrina de odio".
Este es el segundo ataque que sufre la tumba del creador del "comunismo científico" en cuestión de días, ya que la inscripción frontal del monumento resultó dañada por los golpes de un martillo en otro acto vandálico a principios de febrero.
El monumento está incluido en el listado de lugares de interés histórico excepcional por las autoridades británicas.
"El cementerio ha condenado el ataque "sin sentido, estúpido e ignorante" contra el monumento. "Pienses lo que pienses del legado de Marx, así no se consigue nada", ha añadido la institución en el mensaje de Twitter.
El filósofo alemán es una de las más famosas personalidades enterradas en el cementerio de Highgate, situado en el norte de Londres. Bajo un gran busto de Marx, financiado en 1956 por un fondo establecido por el Partido Comunista británico, puede leerse "Proletarios del mundo, uníos".
Ironía de la historia, para acercarse a la tumba del autor del Manifiesto Comunista y gran crítico del capitalismo, hay que pagar una entrada.
Marx, autor de libros clave como El Capital o El Manifiesto Comunista, vivió en Londres desde 1849 hasta su muerte, en 1883.
Su tumba ha sido atacada en diversas ocasiones con pintura y en 1970 incluso se colocó una bomba con la intención de destruirla.