El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil lanzó el sábado la precandidatura para las elecciones de octubre del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción y virtualmente inhabilitado, quien asumió desde prisión la "misión" de volver a la Presidencia del país por "responsabilidad", reportó EFE.
"Sé que mi candidatura representa la esperanza y vamos a llevarla hasta las últimas consecuencias porque tenemos de nuestro lado la fuerza del pueblo", expresó el expresidente en un manifiesto leído en el acto de lanzamiento de su postulación, celebrado en el municipio de Contagem, en el estado de Minas Gerais (sudeste).
El partido de izquierdas reunió a sus dirigentes, líderes sindicales, artistas e intelectuales en un evento que repetirá en todos los estados de Brasil durante los cuatro meses que faltan para unos comicios que se presentan como los más inciertos desde la democratización del país, en 1985.
"Lula será registrado como nuestro candidato el día 15 de agosto de este año", expresó la presidenta de la formación, la senadora Gleisi Hoffmann, quien previamente reiteró en rueda de prensa que el exjefe de Estado es "inocente" y el "único" en condiciones de "sacar a Brasil de la crisis y pacificar el país".
No obstante, la candidatura de Lula (2003-2010), que lidera todas las encuestas de opinión, está próxima de ser declarada nula ya que las leyes electorales brasileñas prohíben a condenados en segunda instancia, como es su caso, que se postulen a cargos públicos.
A dos meses de la prisión de Lula en Curitiba, el PT lanza mañana su candidatura para presidente. En las redes ya circula el video-jingle de campaña, que seguramente la justicia anulará por la ley "ficha limpia". "Mi querido Brasil, ¿qué hicieron con vos?", dice la música. pic.twitter.com/P7F2wSUGq8
— Marcelo Silva de Sousa (@sdsmarce) 8 de junio de 2018
La Justicia Electoral no actúa de oficio y solamente se pronunciaría sobre la situación de Lula a partir del 15 de agosto, que es cuando vence el plazo para la inscripción de las candidaturas.
Esto no ha impedido que el PT se reafirme en sus intenciones y continúe apostando por su máximo líder, apoyado por los resultados de los sondeos.
"Asumo esta misión porque tengo una gran responsabilidad con Brasil y porque los brasileños tienen el derecho de votar libremente en un proyecto de país más solidario", indicó el exmandatario en la carta en la que se volvió a calificar de "preso político".
Lula permanece recluido en una celda desde el pasado 7 de abril en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, en el sur del país, donde cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
"Soy nuevamente candidato a la Presidencia de la República para acabar con el sufrimiento del pueblo", expresó.
"Tuve muchas candidaturas en mi trayectoria, pero esta es diferente: es el compromiso de mi vida (...). Está llegando la hora de la verdad", añadió el expresidente, quien aseguró que quiere llegar de nuevo al poder porque ya probó "que es posible construir un Brasil mejor".
Por su parte, Hoffmann reiteró que "no existe un plano B" y que "el PT no trabaja" con otra posibilidad que no sea "la candidatura de Lula", por la que lucharán en las distintas instancias judiciales en caso de ser bloqueada.
"Lula es tan presente en la vida de las personas, el Gobierno de Lula es tan fuerte en la vida de las personas que no precisamos explicar mucho un programa de gobierno. Es Lula, las personas entienden", defendió la senadora.
El partido lanzó además esta semana una campaña de recaudación de fondos para apoyar, a través de una plataforma en internet, a su máximo líder y en el que ya han participado cerca de 1.300 simpatizantes, los cuales han aportado unos 120.000 reales (unos 32.000 dólares).
El exmandatario, que enfrenta otros seis procesos penales en la Justicia, la mayoría por sospechas de corrupción, fue hallado culpable por supuestamente favorecerse de los millonarios desvíos destapados en la petrolera estatal Petrobras al recibir un apartamento en concepto de soborno de parte de la constructora OAS.
Aun así, Lula lidera todos los sondeos de intención de voto, incluso aquellos divulgados después de ser preso, en los que en segundo lugar aparece el diputado ultraderechista, Jair Bolsonaro, un exmilitar defensor de la dictadura (1964-1985) y con un largo historial de declaraciones machistas, racistas y homofóbicas.