El presidente de Perú presentó este miércoles su renuncia al Congreso después de haber sido acusado de comprar votos para evitar su destitución, coronando meses de turbulencia política y financiera en una de las economías de mayor expansión en América Latina, dijeron a Reuters dos fuentes del Gobierno.
El conservador Pedro Pablo Kuczynski, un exbanquero de Wall Street de 79 años que asumió al poder en julio de 2016, iba a ser anfitrión de la cumbre de líderes de América en Lima el 13 y 14 de abril, durante la cual tenía planeado reunirse con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
El secretario general del partido gobernante Peruanos por el Kambio (PPK), Salvador Heresi, temprano este miércoles había pedido a Kuczynski que renunciara a su cargo "por dignidad", ante la crisis desatada por la publicación de vídeos que muestran a sus aliados políticos intentando comprar el voto de otros congresistas para evitar su destitución.
"Lo que hemos visto en los videos propalados ayer es vergonzoso y afecta gravemente nuestra democracia", enfatizó Heresi en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
El también congresista oficialista señaló que ante la revelación de los vídeos apela "a la dignidad del Presidente de la República" y le pide "que renuncie pensando primero en el Perú".
La situación de Kuczynski, que parecía seguro de que superaría el proceso de destitución al que habría sido sometido el jueves por sus vínculos con Odebrecht, dio un vuelco total con la difusión de los videos, que además profundizaron la guerra política entre los hermanos Keiko Fujimori, líder del partido opositor Fuerza Popular, y Kenji Fujimori, disidente de esa agrupación y aliado de Kuczynski.
En las grabaciones se ve a Kenji y otros congresistas allegados ofreciendo al legislador de Fuerza Popular Moisés Mamani la realización de obras públicas en su circunscripción electoral a cambio de que votara en contra de la destitución del presidente.
Kuczynski debía comparecer, en principio, este jueves ante el Congreso en persona o bien a través de su abogado y posteriormente se abriría un proceso de debate y votación sobre la moción de destitución por "incapacidad moral permanente", que necesita de 87 votos para ser aprobada.
El exmandatario peruano se convirtió este miércoles en el primero en perder la presidencia mientras es investigado por sus presuntos vínculos con Odebrecht.
Varios expresidentes de América Latina están acusados de recibir coimas de Odebrecht. En prisión preventiva se encuentra el exmandatario peruano Ollanta Humala. El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas fue condenado a seis años de cárcel por esta misma trama.
Marcelo Odebrecht declaró en abril de 2017 ante la Justicia brasileña haber pagado 4,15 millones de dólares en efectivo al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva entre 2012 y 2013.
Asimismo, sostuvo que Lula da Silva recaudó fondos para la campaña de su sucesora, Dilma Rousseff, quien "sabía" de los pagos irregulares realizados por la empresa a su candidatura electoral.
En el caso venezolano, en mayo pasado, era el propio Nicolás Maduro quien quedaba implicado en el caso Odebrecht. Un estratega brasileño dijo que recibió un pago ilícito de 20 millones de dólares por la campaña de reelección de 2012 del fallecido líder venezolano Hugo Chávez, entregado por Nicolás Maduro.
Los vínculos de Odebrecht habrían llegado hasta Cuba. Bajo "delación premiada", el empresario Emilio Odebrecht contó a la Justicia sobre un encuentro que tuvo en 2007 en Caracas con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, en el cual le pidió que su empresa asumiera las obras del Puerto de Mariel en Cuba, para ayudar al Gobierno de su aliado Fidel Castro.