Investigadores alemanes desarrollaron un robot de aproximadamente tres milímetros que puede moverse e, incluso, pasar de un entorno líquido a uno seco, según dio a conocer la revista Nature y reseña el diario The New York Times.
"El prototipo del robot es lo suficientemente pequeño para moverse por el estómago o el sistema urinario", explicó Metin Sitti, jefe del Departamento de Inteligencia Física del Instituto Max Planck de Sistemas Inteligentes en Stuttgart, Alemania, quien dirigió al equipo de investigadores.
Hasta ahora el robot no ha sido usado en humanos, pero el objetivo final es lograrlo y emplearlo para que lleve medicamentos dentro del cuerpo.
Sitti explicó, además, que el robot "está hecho de un elastómero que está lleno de muchas partículas magnéticas pequeñas. Programamos las propiedades magnéticas de estas partículas de tal manera que cuando aplicamos un campo magnético desde afuera el robot elástico en forma de tira adopta la forma que queramos".
Asimismo, dijo que la creación de su equipo está encaminada a que pueda usarse con fines médicos como dentro del sistema digestivo o urinario y, en el futuro, también podría tener un uso cardiovascular.
"Si observas los dispositivos médicos con los que contamos, los más pequeños son los catéteres, que tienen un milímetro de diámetro y siempre están amarrados a algo. Así que nuestro objetivo principal al hacer robots minúsculos es en verdad tener acceso a zonas difíciles de alcanzar o incluso inalcanzables en nuestro cuerpo de manera mínimamente invasiva", apostilló.
Agregó que deseaban hacer más pequeños estos robots "de tan solo decenas de micrones, para poder llegar a prácticamente cualquier lugar dentro del cuerpo".
Sobre la forma en que este robot podría ser usado para suministrar medicamentos, detalló: "Una de las funciones que hemos estado explorando es cómo entregar un cargamento, que podría ser medicamento, dentro del cuerpo. Hay distintas maneras. Con un cambio de forma, podemos tomar el cargamento y entregarlo al abrir la forma. La segunda manera es hacer una pequeña bolsa en el robot que solo se abra con un cambio de forma especial que podamos controlar".
Los científicos alemanes se inspiraron en los movimientos de las medusas, las orugas y otros animales para su creación.
Interrogado Sitti sobre si el robot se podría perder en el cuerpo de una persona, explicó: "Esta versión no es completamente biodegradable como robot completo. Uno de los proyectos en los que estamos trabajando es hacer un robot totalmente biodegradable. Al final, el cuerpo disolvería al robot, sin efectos secundarios, toxicidad ni ningún material que pudiera causar problemas en el cuerpo".
"Esa es una de las metas más importantes de mi equipo, y es posible. Quiero decir, ya tenemos elastómeros, o cauchos, y tenemos nanopartículas magnéticas que pueden degradarse por completo en el cuerpo. Solo es cuestión de integrarlos", concluyó.