La Congregación para la Doctrina de la Fe ha recogido denuncias verosímiles sobre 1.200 curas pederastas entre 2013 y 2015, el doble de las que se procesaron entre 2005 y 2009, denunció al diario El Español, el periodista italiano Emiliano Fittipaldi.
El italiano lanzará este mes su nuevo libro, Lussuria (Lujuria), que se podrá encontrar en las librerías italianas a partir del próximo jueves 19 de enero, editado por Feltrinelli.
De estos 1.200 casos, 200 se produjeron en Italia.
Según Fittipaldi, Roma no se queda atrás con respecto a los casos destapados en Estados Unidos por el Boston Globe.
La diferencia para el periodista radica en que en "Italia, América Latina y España existe una cultura del silencio, derivada de su fuerte tradición católica".
"No me esperaba que esta fuera la respuesta de Francisco" sobre la pederastia, sostuvo Fittipaldi en relación a lo "poco" que ha hecho el argentino.
El periodista señaló que Benedicto XVI aumentó la prescripción de los delitos de 10 a 20 años.
"Hizo poco, es inaceptable en una Iglesia que reclama transparencia, pero se puede decir que Ratzinger hizo más de lo que ha hecho Bergoglio", explicó.
El problema de la pederastia es una constante en los discursos del papa argentino. Se ha reunido en diversas ocasiones con víctimas de los abusos, creó una comisión para investigar estos casos y estableció un nuevo procedimiento para que cuatro congregaciones diferentes estudien la revocación de los obispos que han ocultado episodios de este tipo antes de la decisión final de papa.
"Un obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta a un pederasta es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia", declaró el año pasado Francisco en el regreso de su viaje a México.
También durante su pontificado, el Vaticano abrió su primer proceso judicial por pederastia, contra el exarzobispo de la República Dominicana, Jozef Wesolowski, pero el religioso murió súbitamente apenas iniciado el juicio.
"No juzgo las declaraciones del Papa en esta materia, soy un periodista de investigación y juzgo los hechos", afirmó Fittipaldi.
Esta vez, espera "al menos no ser procesado por un nuevo trabajo periodístico", como ya le ocurrió por su libro Avarizia, en el caso del Vatileaks 2.
Entonces se le acusó de haber publicado papeles robados por el prelado español Lucio Vallejo Balda y la relaciones públicas Francesca Chaouqui.
"Los documentos en esta ocasión son públicos, solo hay que dedicar tiempo para encontrarlos", señala el autor del libro.
El periodista fue finalmente absuelto por Avarizia, junto a su colega Gian Luigi Nuzzi. Aunque ahora con Lussuria se dispone a proseguir con la lista de pecados capitales de la Iglesia.