Increíbles revelaciones sobre el poder oculto que regía las decisiones del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fruto de una investigación del periodista David Placer, están recogidas en el libro Los brujos de Chávez (Economía Digital), que este miércoles se presenta en Madrid, informa el diario El Mundo.
"Chávez utilizó la brujería para controlar Venezuela y manipular al pueblo. Hasta tal punto que la santería importada desde Cuba transformó la manera de hacer política", afirma Placer tras recabar decenas de testimonios del entorno del líder bolivariano.
"Las prácticas santeras surgen con el chavismo gracias a la influencia de Fidel Castro, que aprovecha la superstición de Chávez para introducir a los santeros en todas las instituciones del Estado", dice Placer. Esta confesión se la hizo Raúl Baduel, exministro y amigo personal de Chávez, desde la cárcel de Ramo Verde.
El libro relata que los babalawos o santeros se introdujeron en organismos y empresas creando una red de espías que obtenían información gracias a su labor como guías espirituales, señala el periódico español.
Chávez se inició en la santería bajo el signo de Changó en un ritual celebrado en La Habana, según explica el santero cubano Carlos Valdés, citado por El Mundo.
Entre los babalawos del chavismo y la oposición, no hay lugar a dudas sobre esta versión: Chávez eligió esta deidad para iniciarse en una religión que creció como ninguna otra durante el chavismo.
Changó, señor del trueno y del rayo —según la tradición yoruba— fue un rey guerrero, violento, brujo y viril, unas cualidades con las que Chávez se sintió atraído, según confiesan los propios santeros del régimen citados en la investigación.
"Los militares hacían los ritos de iniciación en La Habana y era frecuente ver altares en los lugares públicos. Esto llegó a transformar incluso el cuadro de mando del ejército, ya que un padrino de santero no podía estar por debajo en el escalafón", dice el periodista.
Para el autor del texto, uno de los descubrimientos más impactantes fue constatar que "en el Palacio Presidencial de Miraflores se realizaban rituales de espiritismo a los que acudían los jerarcas del chavismo y todavía hoy se siguen haciendo".
El reportero caraqueño ha sacado fotografías del salón en el que tenían lugar estas sesiones. En una de ellas se puede ver una cabeza de caimán, utilizada para este tipo de ceremonias, así como velones y ofrendas.
Además existen indicios de que Chávez realizó rituales paleros, en los que se usan huesos de muertos. "En el cementerio general del sur se profanaban hasta ocho tumbas diarias", asegura el investigador citado por El Mundo.
El rotativo recuerda cómo al final de sus días, cuando el cáncer invadía su cuerpo, el presidente volvió a sus raíces católicas. A través de la televisión pidió a Cristo que le prolongara la vida para poder acabar su labor mesiánica y prometió que construiría templos en su honor.
El capítulo final del libro intenta responder si está Venezuela embrujada. Según el texto, Chávez realizó un ritual para lograr que su poder fuera eterno. Ahora hay brujas venezolanas que intentan deshacer el hechizo, convencidas de que la última batalla contra el chavismo no es política sino espiritual.