El temible jefe de los sicarios de Pablo Escobar, John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, saldrá en libertad condicional, según informó el diario colombiano El Tiempo.
El director de la prisión de alta seguridad de Combita, donde se encuentra encarcelado, recibió la orden de dejarlo en libertad.
Popeye, jefe militar del cartel de Medellín, involucró a Raúl Castro en el tráfico de drogas en los años 80, recordó Radio Martí.
El sicario ha descrito los nexos del régimen de La Habana con Pablo Escobar, que se iniciaron, según él, cuando Jorge Avendaño, apodado el Cocodrilo, facilitó las relaciones entre Escobar y Fidel Castro, que a su vez lo conectó con Raúl.
Popeye ha asegurado que la relación entre Escobar y Fidel Castro era permanente y fluida, por cartas y terceras personas, y que se inició a través de comandantes de la guerrilla M-19.
También ha detallado la participación de los cubanos en el narcotráfico: la droga salía del puerto de Buenaventura por mar hacia las costas mexicanas, donde era recibida por los socios locales; allí era subida a aviones con matrícula mexicana y despachada rumbo a Cuba.
Una vez en la Isla, "los militares cubanos, al mando del general Ochoa y el oficial Tony de la Guardia, bajo instrucciones directas de Raúl Castro, se hacían cargo de la mercancía, custodiándola para posteriormente embarcarla en lanchas rápidas, tanqueadas con gasolina por cuenta de los cubanos, con destino a Estados Unidos, entrando por Cayo Hueso".
Popeye ha explicado que los cubanos recibían "2.000 dólares por cada kilo de droga transportada y 200 dólares por cada kilo custodiado" y en cada envío hacia Cuba por avión "se cargaba un promedio de 10.000 a 12.000 kilos".
El jefe de sicarios de Escobar, que ha cumplido 24 años en prisión, ha confirmado la comprometedora participación de Raúl Castro y los ayudantes del general Arnaldo Ochoa y el coronel Tony de la Guardia, los dos enlaces cubanos, el capitán Jorge Martínez Valdés y el oficial Amado Padrón.
En lo personal, ha confesado que asesinó directamente a 250 personas, entre ellas a su esposa, coordinó alrededor de 3.000 muertes y 200 carros bomba y organizó decenas de secuestros.