La situación de los derechos económicos, sociales y culturales en Cuba, así como la libertad de expresión, los derechos políticos y la realidad de las minorías han sido los ejes centrales del Informe de País publicado el jueves por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En este documento, el primero de tal envergadura desde 1983, se abordó la situación de la Isla entre los años 2017 y 2019.
A pesar de no contar con la autorización del Estado cubano para visitar el territorio, los responsables realizaron entrevistas a alrededor de 55 ciudadanos destacados por su labor en defensa de los derechos humanos: activistas, opositores, periodistas independientes, artistas, entre otros.
Uno de los primeros temas abordados en el documento es el de la Constitución aprobada por el régimen en 2019, sobre la que se reconocieron las "herramientas de participación ciudadana" utilizadas, aunque se denunció que se desestimaron las opiniones de activistas, artistas y opositores.
El documento también señala de forma negativa "la jerarquía que se le otorga a la Constitución por encima de los tratados internacionales" y la no eliminación de la pena capital.
Sobre la democracia y las libertades políticas, la CIDH observa que "en Cuba continúan ausentes los elementos esenciales de una democracia representativa, y que la determinación por iure de partido único del Partido Comunista afecta los derechos políticos de los ciudadanos".
La ausencia de imparcialidad en la administración de justicia, especialmente cuando de activistas y opositores se trata, fue otro tema que apareció en las entrevistas, sumándose a las dificultades con que cuentan estas personas para acceder a los servicios de abogados independientes.
Las prohibiciones de viajes fuera del país, detenciones arbitrarias de corta duración y los procesos de criminalización y persecución judicial se reafirman como algunas de las principales represalias que se aplican a los ciudadanos que muestran sus discrepancias políticas con el régimen.
"Cuba sigue siendo el único país del hemisferio en el cual no existe ningún tipo de garantías para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión", explica la CIDH, pues "permanece un modelo de monopolio estatal sobre los medios de comunicación y se mantiene la prohibición de fundar medios privados, todo lo cual es incompatible con los estándares internacionales".
Respecto a los considerados "derechos económicos, sociales y culturales", sobresale "el déficit de viviendas" y "la debilidad en la oferta de agua y saneamiento básico". La CIDH muestra preocupación también por "las denuncias de desabastecimiento de alimentos esenciales y la dificultad de acceso a productos alimentarios por parte de la población".
Las restricciones impuestas por el Decreto No.349/2018 y "el gran poder concedido para que autoridades públicas promuevan la censura" son algunas de las preocupaciones que recoge el informe en el ámbito cultural.
También, la situación que enfrentan las personas afrodescendientes, mujeres, miembros de la comunidad LGTBI, personas en situación de discapacidad, presos y migrantes.
El texto reprocha "la ausencia de datos estadísticos desagregados claros a partir de bases de datos intersectoriales sobre población afrodescendiente, que genera una invisibilización de esta comunidad, así como situaciones de discriminación en contextos laborales, educativos y la afectación a derechos de personas afrocubanas en materia de salud, vivienda, desempleo y acceso a servicios sanitarios y agua potable".
"En cuanto a los derechos de las mujeres, la CIDH nota que el Estado habría realizado esfuerzos para adecuar los mecanismos jurídicos y estatales a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, sin embargo, el marco legal cubano no ha incorporado en su legislación una definición general de discriminación contra la mujer, ni protección contra la violencia contra la mujer", indica el informe.
A pesar de la escasez de datos respecto a la población LGBTI, la CIDH dice haber comprobado que ese grupo sufre "hechos de violencia, discriminación, restricciones a sus derechos de reunión y asociación, así como cercenamiento en su libertad de expresión y de difusión del pensamiento".
Sobre el embargo de Estados Unidos, la CIDH considera que se le debe poner fin "para garantizar derechos humanos que se ven afectados como consecuencia del mismo".
Desde 1960 la Comisión ha monitoreado la situación de los derechos humanos en la Isla. Se han publicado siete informes de país en ese período: cinco sobre la situación de los derechos humanos y dos sobre los presos políticos y sus familiares. El último de esos diagnósticos había visto la luz hace 37 años.
Que mas se podria esperar del Ministerio de Colonias del imperio, para muestra un boton, mienten en forma descarada los vermes mercenarios que alegan que en Cuba existe discriminacion por la raza en el acceso a servicios basicos, no pueden ser mas descaradamente mentirosos.