"Nos fortalecemos en la diversidad". Con esa creencia ha fundado el disidente Hildebrando Chaviano el nuevo Partido Ciudadanos por el Desarrollo, en un país en el que la oposición es señalada con frecuencia por su fragmentación.
Según declara la organización, su objetivo es promover una sociedad de hombres y mujeres libres, y encausar a la nación en la senda del desarrollo económico y social, con aprovechamiento eficaz de los recursos disponibles y respeto a los derechos y libertades fundamentales.
Ciudadanos por el Desarrollo surgió el pasado 16 de febrero y tiene varias decenas de miembros en Cuba y el exterior. Su tarea principal actualmente es crecer.
"Nuestro proyecto es liberar la economía y a la sociedad. En el mundo, los países que gozan de más libertades políticas y sociales son los más desarrollados", dice a DIARIO DE CUBA el presidente de la nueva organización, Hildebrando Chaviano, quien fue candidato independiente durante el "proceso electoral" de 2015.
Sin embargo, en esos países también hay personas pobres.
Siempre habrá pobres. El Estado debe cuidar de ellos con parte de los impuestos que cobra. Pero no debe obligar a todos a ser pobres para, entonces, de manera paternalista, atenderlos. La sociedad debe tender a ser una sociedad de ricos, donde los más débiles reciban ayuda. Ninguna sociedad tiene derecho a desamparar a sus ciudadanos más débiles.
Mientras existieron el campo socialista y la URSS, aquí disfrutamos de cierto bienestar, por la ayuda que recibíamos, no porque se generara riqueza en el país.
Hay que desmontar los mitos de la salud y la educación gratuitas. Las pagan quienes producen; los médicos que cumplen misiones en el extranjero y se les quita el 75% del salario; quienes trabajan en empresas mixtas y el Gobierno les paga en pesos, cuando los empresarios extranjeros pagan por ellos en dólares o euros. El pleno empleo ha provocado que muchas personas cobren salarios, sin producir. Por eso Raúl Castro, en un gesto muy liberal, sacó a más de un millón de trabajadores. Entendió que la tierra en manos del Estado se llena de marabú, y la arrendó a los campesinos.
En su fuero interno, es tan liberal como yo. Ha invitado a muchas empresas capitalistas a invertir en el Mariel. Hay dos de Corea del Sur. ¿Por qué no hay ninguna de Corea del Norte? Porque son empresas socialistas estatales.
El socialismo no genera riqueza; por tanto toda la sociedad llega a ser pobre, con diferencias sociales de todos modos. Están la clase de la burguesía dirigente y los dirigentes a distintos niveles, que viven mejor que el pueblo. Reciben, aunque no producen, bienes de consumo en sus casas. Esa clase defiende este sistema porque recibe beneficios.
Pero en las 'elecciones' no votó solo esa cúpula, sino el 85,65% de los cubanos. ¿Felices de ser pobres?
Refrendaron a candidatos a delegados y a diputados que no eligieron. El pueblo vota porque está muy confundido por toda la campaña ideológica (este año excesiva), y por miedo, infundado o no. No quieren señalarse, perder el trabajo, que los hijos pierdan la escuela. En la fase anterior de las elecciones, los vecinos fueron visitados en sus casas para que no votaran por mí. El efecto de ese miedo inducido dura.
En la URSS, también votaba más del 90%, sin estar conformes con el comunismo. Lo vimos en estas elecciones rusas: el Partido Comunista obtuvo el 13% de los votos. Salió Putin, que no representa el comunismo. Más bien representa el zarismo ruso, el hombre fuerte. Los rusos sienten orgullo de ser una potencia, Putin los ha llevado ahí.
Creo que en Cuba, un partido que representara las ideas nacionalistas, democráticas del programa del Moncada obtendría la mayoría de los votos. Ninguna de las metas de aquel programa se ha cumplido, mucho menos lo que Fidel Castro expresó sobre las libertades políticas.
José Martí, Ignacio Agramonte, Carlos Manuel de Céspedes, eran liberales, no comunistas. Fidel Castro tampoco aparecía como comunista en 1953. Por eso recibió tanto apoyo. Si aquí tuviéramos elecciones justas y democráticas, los comunistas obtendrían un 13% o menos.
¿Tiene sentido crear partidos políticos en un país donde carecen de reconocimiento legal?
El Gobierno debe conocer que existimos, aunque no seamos legalizados, y que tenemos un proyecto de país. Siempre han acusado a la oposición cubana de no tener un proyecto de nación.
En Chile había una dictadura, pero los demócratas chilenos fueron organizándose y estaban listos cuando llegó la transición. Existía una organización partidista ramificada en el país y en el exterior. A eso aspiramos. Queremos darnos a conocer dentro de Cuba. Es algo de lo que adolecen muchas organizaciones políticas cubanas. Son conocidas en Madrid, en Miami, en México, y eso está bien, pero no lo son en Cuba, en el barrio. Algunas sí, como la del Coco (Guillermo Fariñas) en Villa Clara y la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba) en Santiago. Pero el Gobierno les ha hecho una guerra feroz acusándolos de distintas cosas.
¿Cómo planea Ciudadanos por el Desarrollo crecer y darse a conocer dentro de Cuba?
Contamos con ustedes, los periodistas. Y con la campaña negativa que nos haga el Gobierno. Pero lo más importante es que cada miembro tiene la tarea de multiplicarse, ir casa por casa, persona por persona. Es el trabajo de cualquier organización.
Las autoridades no pueden ni acusarnos de ser "mantenidos por el enemigo" porque no tenemos una peseta. Incluso puedo perder mis ingresos por escribir artículos. La política de varios sitios en internet es no pagar a los líderes de organizaciones. Los miembros en el exterior quieren empezar a ayudarnos con su peculio personal. Solo podemos prometer trabajar por una Cuba mejor.
Según Chaviano, Ciudadanos por el Desarrollo hará elecciones "cada cinco años, o antes si es preciso". Su vicepresidente es Roberto Díaz Vásquez y Abdel Legrá es el encargado de Relaciones Públicas, dieron a conocer los fundadores en febrero pasado. Su representante en el exterior es Hassan López Fernández.