Los opositores cubanos Antonio Rodiles y Ailer González alabaron la nueva política del presidente Donald Trump hacia Cuba, pero pidieron más acciones, entre ellas sanciones para funcionarios que están detrás de la corrupción y la represión al pueblo.
"La coronación que iban a realizar en febrero empieza a hacer aguas desde el momento que EEUU los ubica como una dictadura y les quita lo bendecido que habían estado por la Administración anterior", dijo Rodiles en una entrevista con El Nuevo Herald.
"Las empresas militares deben ser sancionadas, pero estamos en un momento en que tienen que ser sancionados individuos", subrayó.
Para la pareja de activistas se avecina un momento político "crucial" en el que la comunidad internacional debe realizar más presión para evitar una aparente transición que presuntamente consolidaría al coronel Alejandro Castro Espín, hijo del actual gobernante, en el centro del poder.
Raúl Castro dijo que se retiraría en febrero de 2018. No está claro quién sucederá al general. Por ahora, la lógica —nada fiable en el caso del castrismo— apunta al primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel.
"Las personas que están siendo parte de todo ese aparato de corrupción, que se están beneficiando de la miseria del pueblo, deben ser sancionadas. Esas personas, o sus familiares, no pueden estar viniendo a EEUU ni viajando por todo el mundo como si fueran los grandes magnates cuando están robando toda la riqueza y están lucrando del desastre", insistió Rodiles.
El opositor considera que EEUU debe seguir las mismas pautas que ha establecido con Venezuela. Washington ha agregado a varios miembros prominentes del Gobierno y la Justicia venezolana a su lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (conocida como lista SDN, por sus siglas en inglés).
"Yo he propuesto eso en todas partes y eso debe acabar de ocurrir", comentó Rodiles en relación a las sanciones.
Sanciones individuales descartadas por Washington
En una declaración obtenida por El Nuevo Herald, sin embargo, la Casa Blanca descartó sanciones individuales a militares y miembros del régimen de La Habana.
"Los funcionarios cubanos no tienen activos significativos, si los hubiera, en los EEUU, por lo que las sanciones son un instrumento ineficaz para tratar con individuos cubanos que son miembros del régimen represivo", comentó Helen Aguirre Ferré, la directora para asuntos relacionados con los medios en la Casa Blanca y asesora especial del presidente.
"Existen otras leyes vigentes y órdenes ejecutivas que prohíben numerosas actividades económicas con Cuba y con funcionarios cubanos. Venezuela es una situación diferente, lo que se refleja con una política diferente de [la política hacia] Cuba", argumentó la asesora.
Venezuela no está bajo un régimen amplio de sanciones como Cuba, que se encuentra bajo un embargo comercial y financiero en pie, recuerda el diario miamense. La inclusión de personas o compañías en la lista negra del Departamento del Tesoro implica el congelamiento de sus bienes, cuentas y propiedades en EEUU y una prohibición de entrada al país.
Los ciudadanos y residentes en EEUU tampoco pueden realizar ningún tipo de transacción con esas personas. El embargo a Cuba, aunque contiene numerosas excepciones, tiene un efecto similar.
Sean Kane, exsubdirector asistente de políticas en la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, aclaró que todos los funcionarios cubanos y miembros del Gobierno ya estarían "bloqueados" sin necesidad de ser nombrados en la lista.
La Administración de Trump retomó la definición más amplia de "funcionarios prohibidos del Gobierno cubano" y "miembros prohibidos del Partido Comunista de Cuba" vigente desde 2004. La mayoría de los altos funcionarios del Gobierno, las Fuerzas Armadas y de seguridad, así como del Partido Comunista y otras organizaciones oficialistas enfrentan prohibiciones adicionales, por ejemplo, para recibir remesas desde EEUU.
Efecto disuasorio
Para Rodiles, una sanción como la que propone tendría un efecto disuasorio y simbólico que no tendría el embargo.
"Cuando usted va a un acto de repudio y usted se pierde en la masa, no pasa nada", dijo a El Nuevo Herald.
Sin embargo, "cuando hay una foto y usted va a la embajada americana o una embajada europea y dice 'yo quiero pedir visa o quiero ir de vacaciones a Europa' y viene un funcionario y le dice 'disculpe pero usted no puede ingresar a nuestro país porque ha sido incitador de la violencia, ha participado en violaciones de los derechos humanos', el día que esto empiece a ocurrir, a muchas personas cuando les digan 'vamos al acto de repudio', muchas personas van a decir que no van al acto de repudio".
Tanto Rodiles como Ailer González creen que más presión internacional y sanciones de EEUU y la Unión Europea contribuirían a desestabilizar al Gobierno de la Isla en un momento político delicado y lanzar un fuerte mensaje a la población.
"La gente está muy cansada de un sistema que incluso en los últimos años vendió la esperanza de que con los cambios con EEUU algo podía mejorar", comentó González.
"Nosotros no tenemos por qué seguir arrastrando un régimen que pretende seguir ocasionando más desastre en la vida de todos. Febrero debe ser un parteaguas no solamente para los cubanos dentro de la Isla y los que están fuera, sino también para la comunidad internacional", declaró Rodiles.
"Así como se desconoció la asamblea constituyente (en Venezuela), es muy importante que se desconozca esta transferencia de poder", cooncluyó.