El expresentador del programa de televisión De la Gran Escena y luego periodista residente en Miami, Edmundo García, ha realizado en estos días uno de sus frecuentes viajes a La Habana para, en un auto rentado, con un chofer y un camarógrafo, entrevistar a miembros de las plataformas ciudadanas #Otro18 y Candidatos por el Cambio.
Llama la atención porque ha programado las entrevistas por teléfono, el día y la hora, y sin interrupción de la Policía y la Seguridad del Estado ha aparecido en las casas o coordinado encuentros en la suya, sin que se reporte contra él, hasta el momento, secuestro, incomunicación, confiscación o multa algunas. Mucho menos una golpiza previa a la inculpación por "atentado", elementos cotidianos de la vida de los miembros de #Otro18 y Candidatos por el Cambio.
Edmundo García es un ferviente defensor del castrismo en Miami. Como ya lleva algunos años en ello, sus "amistades" pasan sin mucho transtorno de la nomenclatura venida a menos a la nueva nomenclatura. Su afición por la "gran escena", permutada del arte a la política, no parece detenerse en movimientos de péndulo muchos más simples entre una generación de dirigentes y la subsiguiente.
Quien lo vio ayer con Felipe Pérez Roque, el canciller embebido de "mieles del poder", como lo caracterizó el extinto dictador Fidel Castro, lo verá hoy con Bruno Rodríguez Parrilla, quien ha sabido mantener en discreción sus aficiones melíferas.
Según Julio Aleaga Pesant, coordinador de Candidatos por el Cambio, Edmundo García lo llamó previamente por teléfono y se presentó como un periodista residente en Miami. "Me llamó la atención que un periodista residente en Miami se moviera con esa libertad por La Habana, anunciado su visita e interés profesional por teléfono, hasta que vi el personaje que era", relató el opositor.
Manuel Cuesta Morúa, portavoz de #Otro18, consideró que conceder la entrevista era "interesante".
"En caso de realizar un material donde respete mínimamente lo que le expliqué sobre #Otro18, la comunidad cubana en Miami tendría de primera mano información de nuestro trabajo", dijo.
Para Cuesta y Aleaga, era importante que Edmundo García tuviera sus testimonios y no solamente su opinión o la información recibida por terceros.
Ambos líderes opositores dijeron que "el periodista residente en Miami" fue especialmente acucioso en la indagación de las supuestas fuentes de financiamiento de Candidatos por el Cambio y #Otro18.
Julio Aleaga dijo que debió esclarecerle que "Candidatos por el Cambio no recibe financiamiento alguno y que la voluntariedad de los candidatos es una condición substancial de su membresía".
Del mismo modo, Manuel Cuesta Morúa afirmó que #Otro18 no recibe financiamiento y es una condición invalidante del candidato o candidata de la plataforma el recibir financiamiento por su aspiración.
"Obviamente, al ser una plataforma ciudadana los candidatos de #Otro18 no reciben órdenes nuestras, pero en ningún caso pueden recibir dinero para animar su candidatura en ninguna fase. Ni de ninguna institución", explicó Cuesta Morúa.
"Un candidato puede recibir dinero porque es bibliotecario, para hacer una biblioteca, porque tiene un proyecto medioambiental o de atención a personas con discapacidad, pero no como candidato", añadió.
El impedimento ético demanda que la participación ciudadana no sea dirigida u orientada por una relación transaccional. No obstante, en Cuba las organizaciones de la sociedad civil sí deben enfrentar el acoso y la intromisión impune de organismos de inteligencia y containteligencia. Del mismo modo, la confiscación de bienes, el apresamiento previo a actividades rutinarias y la agresión contras los distintos círculos filiales y fraternos.
Julio Aleaga dijo que le explicó a Edmundo García "de manera pormenorizada los últimos ataques personales de que había sido víctima".
"Mi mujer, Leidys Barrero Despaigne, fue deportada de La Habana hacia su natal Santiago de Cuba. Ella nunca había cambiado su dirección, pero vino a vivir para la capital a los 11 años y nunca había sufrido la deportación en 17 años. A ambos nos impusieron una multa", detalló.
"La señora que me ayuda en la casa —pues yo llevo tres años pendiente de una operación de cadera que me limita a estar sentado y caminar con muletas— fue secuestrada por varias horas y luego de ser liberada vino a mi casa a decírmelo, entregarme la libreta de abastecimiento y confesarme apenada que no podía seguir haciéndolo", agregó.
"Yo me detuve en la cuestión de los apresamientos —comentó Manuel Cuesta— básicamente en Rolando Columbié y Rolando C. Soto. Él no me preguntó mucho más, pero sí se interesó por los motivos. Además le hablé de Éliecer Ávila el coordinador de Somos+, que no ha sido condenado, pero que está procesado, le hicieron un registro en su casa y le quitaron una enorme cantidad de cosas que van desde equipos de cómputo, que era lo que decía la orden de registro, hasta tazas de la cocina, simplemente porque se había interesado en participar del proceso electoral".
"No me rebatió, pero sí me preguntó los motivos. Me doy cuenta de que está montado sobre los pretextos del régimen como hechos ciertos. Por eso le hice énfasis en las circunstancias de cada uno", señaló Manuel Cuesta.
Ambos dirigentes opositores respondieron a las preguntas del "periodista residente en Miami", quien además entrevistó a otros activistas de la sociedad civil y aspirantes a candidatos.
Edmundo García tendrá la última palabra en su reportaje. Sin embargo, la distancia que media entre los activistas entrevistados y la gran escena política con que Edmundo García se codea, auguran una objetividad dirigida convenientemente.