El Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión, David Kayes, recibió información de primera mano sobre violaciones de este derecho en Cuba, de un grupo de periodistas independientes y activistas cubanos. El encuentro ocurrió el jueves 23 de marzo, en la Facultad de Derecho de la Universidad de California Irvine (UCI), donde David Kayes es profesor de una Clínica Internacional de Derechos Humanos.
No solo el Relator Especial pudo conocer esta parte de la realidad cubana. Gracias a un panel organizado por él, estudiantes y profesores de la UCI escucharon a Leticia Ramos, Dama de Blanco; Roberto de Jesús Guerra Pérez, director de Hablemos Press, y Jorge Amado Robert, periodista independiente y activista.
Más que acusar a las autoridades cubanas de organizar actos represivos contra las Damas de Blanco, Leticia Ramos prefirió mostrar dos de los videos sobre estos hechos, que hay en internet. En uno, se contrastan imágenes de un discurso pronunciado por el actual presidente Raúl Castro para promover la paz en Colombia, con las del personal uniformado que golpea a las Damas. Otras imágenes muestran a mujeres defensoras de la "Revolución" haciendo gala de la cultura política promovida por el Gobierno, al quemar ejemplares de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y pedir a gritos "paredón" para las Damas de Blanco.
Ramos además describió vejaciones sufridas por integrantes del movimiento, como ser obligadas a desnudarse completamente frente a oficiales (hombres) y a hacer cuclillas, bajo la sospecha de esconder dinero en la vagina. Ha sido amenazada con que su hijo de 25 años irá a la cárcel si ella continúa su activismo por los derechos humanos en Cuba y la libertad de los presos políticos.
Jorge Amado Robert Vera describió las formas en que se violan los derechos de los periodistas independientes a través de detenciones arbitrarias, intimidación; confiscación de medios e incluso de dinero, sin que se entregue acta de ocupación. "Por tanto, en realidad es robo", declara. Se refirió también el mecanismo de inventarles una causa por cualquier delito común a periodistas y activistas, para justificar su encarcelamiento, y los insultos racistas que acompañan la represión cuando los periodistas y activistas son afrocubanos.
Robert Vera ha sufrido esto en carne propia, según su testimonio en la Audiencia sobre Situación de los Afrocubanos en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, días antes, el 21 de marzo. El 3 de abril de 2016, fue detenido y se le "confiscaron" medios de trabajo como laptop, teléfonos e impresoras (pese a tener documentos que probaban que eran de su propiedad). Cuando intentó recuperarlos en la unidad de policía, solo le devolvieron su billetera y ropa, de los que también había sido despojado, y el intendente se refirió a él en estos términos: "Este negro de mierda no va a publicar más en ningún periódico".
El director de Hablemos Press, Roberto de Jesús, brindó información sobre la situación económica y social de la Isla, la cantidad de cárceles (250) y de presos (más de 70.000, de los cuáles más de la mitad es de raza negra), y los maltratos que sufren los prisioneros, con nombres específicos para cada método. Aunque es periodista, no fue mientras realizaba esta labor que conoció estos datos. No estuvo en la cárcel como investigador, sino preso por ejercer el periodismo independiente.
Al abordar la situación de los periodistas afirmó que muchos no están realizando su trabajo debido a las detenciones arbitrarias y las amenazas. Él mismo las sufrió en carne propia, contra él y su familia. Escapó de Cuba en septiembre pasado, ante la inminencia de un registro a su casa por la policía, seguido de su encarcelamiento.
Tras estas intervenciones, resultó lógica una de las preguntas lanzadas desde el público: ¿Si el Gobierno hace todo eso, y sabía a qué venían, como les permitió salir?
Leticia Ramos contó que el Gobierno le impidió salir de Cuba durante un año. "Para venir ahora, fue con mucho secreto, nadie sabía. Una amiga tuvo que comprarme el pasaje. No sé que pasará cuando regrese".
"El problema muchas veces no es al salir, sino al regresar", planteó Jorge Amado.
A California debieron viajar también Laritza Diversent, directora del Centro de Información Cubalex; Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, y el periodista independiente Henry Constantin. Las autoridades cubanas han logrado, por diferentes medios, retenerlos en la Cuba.
Otras inquietudes del público fueron cómo había impactado el incremento del turismo norteamericano en la vida social y económica de Cuba, y cómo la sociedad civil norteamericana podía ayudar a los activistas y periodistas independientes de la Isla.
"La situación es igual o peor. No mejora el transporte, ni la vivienda, ni la alimentación, ni los salarios". "Hay una Cuba para los turistas y otra para los cubanos", fueron las respuestas de Roberto de Jesús y Jorge Amado Robert.
Respecto a la ayuda de la sociedad civil norteamericana, coincidieron en que lo que sucede en Cuba deben solucionarlo los cubanos, pero la sociedad civil norteamericana puede "pronunciarse cuando se viole la libertad de expresión en Cuba".
Otra pregunta los hizo reflexionar sobre la posibilidad de emigrar y continuar su labor desde el extranjero.
Roberto de Jesús, quien trabaja como paisajista y entierra cables de internet en EEUU, asegura no haber dejado un solo de día de mantenerse al tanto e informar sobre lo que sucede en Cuba. "Irme fue una decisión muy difícil". Leticia afirma saber lo duro que es para Roberto estar fuera de Cuba. "Es un gran patriota. Yo misma no sé qué pueda ocurrirme al regresar, pero seguiré trabajando allí mientras pueda".
Jorge Amado declaró: "Mis padres nacieron en Cuba y yo también. Ningún hijo de gallego me pondrá a correr por el mundo".
El panel fue solo el tercer momento de este intercambio con David Kayes. Antes, los cubanos tuvieron un encuentro privado con él, que les permitió brindarle muchos más detalles sobre violaciones del derecho a la libertad de expresión, sobre lo sucedido con el personal de Cubalex, e incluso sobre la censura e intimidación a periodistas de medios oficiales. También se reunieron con los alumnos de la Clínica Internacional de Derechos Humanos, y proporcionaron información por escrito al relator e integrantes del equipo que trabaja con Kayes.
Los periodistas y activistas cubanos recomendaron al Relator Especial continuar solicitando al Estado Cubano la invitación para realizar una visita a Cuba, que le permita evaluar por sí mismo la situación de la libertad de expresión.
Por su parte, el Relator Especial les pidió informarle sobre cada violación del derecho a la libertad de expresión que sufran al regresar a Cuba, tan pronto ocurra, y se comprometió a trabajar para visibilizar aún más estas violaciones en la Isla.