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Sociedad

Una nueva organización femenina, la Red de Mujeres por la Igualdad, trabaja contra la violencia y la discriminación

Más de una veintena de sus integrantes participó en un taller para explicar los planes de la red, que incluyen poner énfasis en la discriminación que sufren negras y mestizas.

La Habana

Una nueva organización femenina, la Red de Mujeres por la Igualdad, adscrita al Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), hizo el miércoles su primera aparición pública, con un taller sobre la violencia de género.

El encuentro fue efectuado en la sede del CIR (casa de la familia Madrazo-Luna, en el Vedado capitalino). Asistieron una veintena de mujeres y media decena de hombres en representación de toda la membrecía nacional.

Nancy Amaya y Marthadela Tamayo, coordinadora nacional y miembro de la directiva, respectivamente, expusieron a los presentes las misiones y planes de esta organización feminista de la sociedad civil, que trabaja sin ánimo de lucro por la igualdad de derechos, con mayor énfasis en la discriminación que sufren las negras y mestizas.

"La inclusión de la mujer afrodescendiente en el proceso de cambios y el apoyo de los hombres, que deben cubrir un 10% de la membrecía, se destacan entre los principales objetivos de este proyecto", subrayó la coordinadora Nancy Amaya, quien a manera de openning y con talante lúdico, lanzó una pelota a cada uno de los presentes para que expresaran sus opiniones sobre la mujer.

Asimismo, la Red de Mujeres por la Igualdad se plantea impartir una serie de talleres sobre las temáticas de derechos humanos, construir alternativas, comunicar ideas, prevenir la violencia intrafamiliar, promover el empoderamiento económico, realizar campañas de no violencia civil e impulsar alianzas entre actores nacionales y ONGs internacionales del entorno sur-sur. También aspira a convocar un foro nacional en el mes de septiembre.

Tanto Juan Antonio Madrazo Luna, coordinador nacional de CIR, como Manuel Cuesta Morúa, líder del Partido Arco Progresista, y el periodista independiente y escritor Jorge Olivera Castillo, alabaron en sus intervenciones las potencialidades de las mujeres. Opinaron que gozan de una envidiable inteligencia y capacidad comunicativa para interactuar con las masas, además de indiscutibles dones de liderazgo.

Igualmente, Cuesta Morúa calificó de indispensable la participación de la mujer en la lucha por la no violencia y destacó su poder de convocatoria para la campaña #Otro 18, un proyecto que aboga por la democratización del sistema electoral cubano.

Resultó muy interesante la ponencia sobre la violencia de género de Eroiset Suárez González, activista de la plataforma femenina Nuevo País en la provincia Pinar del Río, quien mediante un dramatizado ilustró los altos índices de violencia de género en las comunidades rurales a causa del alcoholismo.

"Sin embargo, ya se avistan los primeros resultados alentadores del trabajo de la organización —apuntó Suárez—, puesto que se ha logrado que un porciento considerable de féminas victimizadas por sus parejas rompan el silencio".

De igual forma, fueron estimulantes las experiencias de la Red de Mujeres por la Igualdad en la comunidad marginal La Manteca, un barrio de chabolas del municipio capitalino de San Miguel del Padrón.

A través de diapositivas, Marthadela Tamayo mostró las características de esta comunidad abandonada a su suerte por el régimen cubano, donde se asientan más de 3.820 mujeres, en su mayoría procedentes de las provincias orientales.

En la barriada, fundada hace 30 años y conformada por una sola circunscripción, conocida por Zona Nº 96, radican siete Comités de Defensa de la Revolución (CDR), con un promedio de entre 300 y 400 miembros cada uno. Residen allí cerca de 600 menores de 13 años, 300 adolescentes y 80 ancianos.

Entre los problemas sociales más preocupantes se incluyen altos índices de violencia de género, hacinamiento de hasta seis personas por habitación, alarmante situación higiénica, proliferación de negocios ilegales, deserción escolar y embarazos precoces en adolescentes.

Para ejemplificar las inquietudes con la niñez, fue mostrada la imagen de un grupo de menores jugando a las cartas por dinero. De igual forma, las activistas destacaron entre las dificultades la ausencia de posta médica o consultorio del médico de la familia.

Según Tamayo, el trabajo de la Red de Mujeres por la Igualdad en la comunidad ha contado con el apoyo de Pilar Cajigal, identificada como una líder femenina en la demarcación, donde rige una suerte de matriarcado, pues son las féminas las que sostienen económicamente a sus esposos y familiares trabajando como cuentapropistas, principalmente en la venta de útiles domésticos como presillas plásticas para tender, escobas, recogedores y otros.

El taller concluyó con un homenaje a las participantes por el día de la madre. 

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