La imagen de Wilfredo León en la banca del Perugia fue muy recurrente en la presente campaña del voleibol italiano. El cubano-polaco, considerado por muchos el mejor jugador del mundo en la última década, miraba los toros desde la barrera por culpa de lesiones y molestias, mientras sus compañeros hacían el trabajo en la cancha. Tan crítica llegó a ser la situación, que era difícil imaginar al santiaguero en rol protagónico durante los compases decisivos de la temporada, pero la vida le dio una nueva oportunidad.
León, como el más fiero de los capitanes, volvió a ser determinante en la final de la Superliga contra el Monza, un examen de honor para el cubano, que nunca había ganado el título liguero en seis años con el Perugia. En los cuatro encuentros de la ronda definitoria anotó 57 unidades, con una extraordinaria efectividad del 69,4% en ataque (50 remates positivos en 72 intentos) y seis puntos con su servicio en momentos cruciales.
En el choque de cierre, aunque partió de la banca, terminó como máximo anotador (25 cartones), reafirmando su papel de líder y capitán, que no perdió en ningún instante de la temporada pese a no jugar regularmente. Esto, si se quiere, es una especie de justicia divina para un voleibolista que había dado todo al Perugia a nivel doméstico, excepto el Scudetto. Esa era su gran deuda y la saldó con creces antes de marcharse a la PlusLiga polaca, presumiblemente al Bogdanka LUK Lublin.
"Siempre dije que no quería irme de Italia sin el Scudetto y aquí está. Misión completa", escribió León en su perfil oficial de Facebook, descargando así un lastre demasiado pesado que llevaba a cuestas tras perder las finales de 2019, 2021 y 2022, siempre frente a la Lube Civitanova.
De esta forma, cierra su paso por el voleibol italiano con un palmarés impresionante, que incluye tres Copas de Italia, cuatro Supercopas, dos Mundiales de Clubes y varios logros individuales. Por ejemplo, desde su arribo al Perugia en 2018, es el líder absoluto del circuito en puntos anotados (2.772), bien por delante de Kamil Rychlicki (2.317) y Yoandy Leal (2.276), sus más cercanos perseguidores. En ese período, además, es el único jugador con más de 2.000 unidades en ataque y más de 400 aces.
Con León y Jesús Herrera, también miembro del Perugia en las dos últimas temporadas, ya son diez los voleibolistas cubanos que han ganado el título en la Superliga italiana. La Isla, una fuente inagotable de talentos, puede sumar más nombres en el futuro a esta historia de triunfos que comenzó hace más de 20 años. Precisamente, repasemos todos los jugadores antillanos que terminaron con el Scudetto en sus vitrinas.
Ihosvany y Osvaldo Hernández, emperadores de Roma
Dirigidos por el prestigioso entrenador Gian Paolo Montali, el Piaggio Roma logró quebrar la hegemonía del Treviso en la temporada 1999-2000. Aquel equipo tenía en sus filas a las reconocidas estrellas locales Marco Bracci, Paolo Tofoli y Andrea Gardini, pero la historia de ese Scudetto no se puede contar sin mencionar a los estelares cubanos Ihosvany y Osvaldo Hernández, quienes todavía formaban parte de la selección nacional antillana. Ihosvany, un central de época, fue una de las principales figuras del cuadro romano en la defensa de la net, mientras Osvaldo cautivó con más de 20 puntos en cada uno de los tres partidos de la final. Ellos abrieron el camino de los voleibolistas antillanos con títulos ligueros en Italia.
Ángel Dennis, una zurda de espanto
Al inicio de la temporada 2005-2006 en el voleibol italiano todos los focos los acaparaba el Treviso, campeón en seis de las últimas ocho temporadas, con tres coronas en línea del 2003 al 2005. Sin embargo, la Lube Banca Marche Macerata terminó acaparando titulares tras destronar al Treviso con aporte importante del cubano Ángel Dennis, segunda figura ofensiva del equipo por detrás del serbio Ivan Miljkovic. Este fue el punto más significativo en la larguísima carrera del poderoso zurdo, quien fue uno de los que protagonizó la estampida de las estrellas del voleibol cubano en 2001. Ese año, Dennis y varios estelares de la selección nacional decidieron quedarse en Bélgica para poder jugar libremente en el profesionalismo y recibir una retribución económica justa, sin el control de las autoridades de la Isla.
Leonel Marshall, un león indetenible
El Piacenza perdió dos finales seguidas (2007 y 2008) del voleibol italiano, pero en 2009 regresó a la discusión del cetro y a la tercera fue la vencida. El equipo norteño se impuso al Trentino en una serie disputadísima, que se extendió a cinco partidos, cinco de ellos definidos en tie break. Las grandes estrellas ofensivas del Piacenza fueron el búlgaro Hristo Zlatanov y el cubano Leonel Marshall, un portento físico muy recordado por su poder de salto y sus potentes remates. Marshall anotó al menos 17 puntos en cuatro juegos de la final y fue reconocido como MVP del tercer encuentro con 22 unidades (18 en ataque, tres en bloqueo y una en el servicio). Ese fue el único título en Italia del cubano, que después jugó en Turquía, China y Portugal. Con 44 años se mantiene activo en la Serie A2 del país transalpino.
Osmany Juantorena, historia de amor con el Scudetto
Los libros de récords del voleibol italiano tienen un espacio muy especial para el cubano Osmany Juantorena, seis veces ganador de la Superliga con el Trentino y la Lube Civitanova. Con los primeros jugó cuatro finales y conquistó par de coronas en 2011 y 2013, mientras con la Lube sumó cuatro cetros, tres de ellos consecutivos entre 2019 y 2022. Es difícil resumir en pocas líneas el impacto del indómito en las finales, pero basta decir que ha ganado siete veces el premio de Jugador Más Valioso de un partido en estas instancias. Juantorena es el tercer voleibolista con más puntos (1.173) y el segundo con más aces (120) en la postemporada del voleibol italiano desde el 2010 hasta la fecha, a pesar de que estuvo dos campañas en Turquía.
La armada cubana de la Lube Civitanova
La Lube Civitanova es el equipo que más talento cubano ha reunido en la historia del voleibol italiano. Además del mencionado caso de Juantorena, también sumó a sus filas a estrellas antillanas de alto calibre como Robertlandy Simón, Yoandy Leal y Marlon Yant. Todos ellos contribuyeron a los Scudettos de la Lube en distintos momentos. Simón ganó tres títulos seguidos de 2019 a 2022, mientras Leal (2019-2021) y Yant (2021-2022) estuvieron en dos de esos campeonatos. Pero más allá de su presencia, lo más notable es que consiguieron ser protagonistas en varios triunfos del Civitanova.
