El púgil cubano Robeisy Ramírez, quien hace pocas semanas retuvo su faja de monarca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en peso pluma, publicó este lunes en redes sociales el video del esperado reencuentro con su hija mayor, Renata, a quien no veía desde hacía cinco años, cuando decidió abandonar una delegación oficial de Cuba y continuar su carrera profesional en Estados Unidos.
El reencuentro habría ocurrido el sábado pasado en Brasil, específicamente en un hotel de la ciudad de Fortaleza. En las imágenes, el cienfueguero aparece junto a su familia (sus dos hijas más pequeñas, las gemelas Alia y Alaya, y su esposa, Mónica Garcés). El video muestra también el emotivo abrazo con Renata, de 10 años, así como las lágrimas de ambos y la sorpresa del papá ante la estatura de su primogénita.
"El optimista en mí siempre lo supo. Hay historias con final feliz. Cuando me marché de Cuba, lo dejé todo. Hasta un pedazo de mi corazón me arrancaron las circunstancias", escribió el cubano en su perfil de Instagram.
"Lo que no perdí fueron las esperanzas ni la promesa de padre de volvernos a ver. Tras cinco años de una inquietante espera, hoy estamos juntos, Renata, la promesa cumplida, y mi corazón está de nuevo lleno. ¡Te amo, hija!", añadió el doble campeón olímpico (2012 y 2016), quien en 2018 abandonó la escuadra nacional de boxeo de Cuba durante una base de entrenamiento en Aguascalientes, México, como preparación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla ese mismo año.
"Champion, de padre a padre, ni todo el oro del mundo compra ese sentimiento, lo digo yo que sufrí lo mismo", comentó un usuario en la publicación, mientras otro escribió: "Qué felicidad, cuánto sufren ambas partes cuando el país te obliga a marcharte solito con la mochila llena de recuerdos y mucho, mucho dolor. Disfrútala mucho y aprovecha cada segundo".
A raíz de la fuga de Ramírez, el estatal Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación de la Isla (INDER) dijo en un comunicado que el atleta daba "la espalda al compromiso contraído con el país, la delegación y sus compañeros de equipo".
"Actitudes como esta se alejan de los valores y la disciplina que caracterizan a nuestro deporte", añadió el INDER.
Sin embargo, Robeisy Ramírez, apodado "El Tren", siguió adelante en busca de su libertad individual y también con el sueño de ofrecerle mejores condiciones a su familia, aunque la decisión le privara, por las leyes migratorias del régimen cubano, de regresar a su país en al menos ocho años. Ello implicaba que estuviese condenado, además, a un período considerable de tiempo sin ver a su hija. Por fortuna, esta semana pudo romper la distancia con Renata.
La persecución del régimen cubano a uno de los deportistas más emblemáticos del país en los últimos tiempos continúa. En julio pasado, antes del combate en Tokio para retener su condición de campeón de la OMB frente al japonés Satoshi Shimizu, la embajada cubana en ese país asiático presionó a los organizadores para impedir que sonaran las notas del himno nacional de Cuba en el evento y que Ramírez pudiera competir con su bandera.
"En vez de venir a apoyarme, se prestan para esa falta de respeto", dijo entonces el cienfueguero de 29 años. "Una vez más, la dictadura pone su asquerosa mano para arruinar mi éxito… pero no van a poder. Yo soy cubano y eso es una estupidez. Quiero que se den cuenta de lo que son capaces esos hijos de puta. ¡Patria y Vida!", agregó.
En 2022, en entrevista con DIARIO DE CUBA, el púgil había manifestado que hablaba todos los días con su "hija grande", que en ese entonces residía en la provincia de Pinar del Río, así como con sus padres.
"No sé cuando podré volver a verlos", confesó. Por suerte, uno de esos anhelos del campeón fue cumplido el pasado sábado en Fortaleza.