El piloto cubanoamericano Aric Almirola volverá a correr en Miami tras el parón de la temporada 2020 de NASCAR a causa de la pandemia del Covid-19.
La serie nacional de coches estándar retorna al Autódromo Internacional de Homestead-Miami el 13 y 14 de junio próximos, con cuatro carreras de campeonato. El programa originalmente iba a cumplirse del 20 al 22 de marzo, pero las carreras han estado suspendidas diez semanas y se reanudaron el 17 de mayo en Darlington, Carolina del Sur.
Antes de la cita de NASCAR de este domingo 7 de junio en Atlanta, Almirola se encontraba ubicado entre los 11 primeros conductores en la clasificación general, reportó Diario Las Américas, que entrevistó al piloto.
El cubanoamericano es, junto con el mexicano Daniel Suárez, la gran atracción en el regreso de las carreras a Miami, que no ve este tipo de acción desde noviembre pasado, cuando Kyle Busch se consagrara campeón de la temporada 2019.
Almirola no nació en Miami. Sus abuelos Ralph y Eneida, junto a sus dos hijos Ralph Jr. y Emilio, se acogieron en 1966 a los Vuelos de la Libertad, que trasladaron a 265.000 exiliados cubanos desde Varadero a Miami.
Ralph Jr. tenía entonces cuatro años. Mucho tiempo después se enrolaría en las Fuerzas Aéreas de EEUU y su hijo Aric nació en la Eglin Air Force Base, en Fort Walton Beach, Florida, el 14 de marzo de 1984.
Ninguno de los familiares de Aric volvió a Cuba desde entonces, pero él sí visitó la Isla en agosto de 2017, invitado por Fox Sports para grabar El Corredor, un documental sobre su vida. Estuvo tres días, repartidos entre La Habana y Pinar del Río, donde se encuentra el grueso de su familia.
"Lo que más me impresionó en los tres días que estuve en Cuba fue el amor que me mostraron todos mis familiares que se quedaron en la Isla luego de la Revolución", contó el piloto al diario de Miami.
"Fue conmovedor. Pude comprobar que se sienten orgullosos de mí, no porque tenga éxito en Estados Unidos, sino porque soy uno de ellos, un Almirola", confesó.
Su trayectoria en NASCAR empezó en 2007 y en los 13 años que lleva arriesgando la vida en la Serie Nacional participó en 325 carreras, con dos victorias. Ha estado 18 veces entre los mejores cinco, 64 entre los diez mejores y ha obtenido ganancias superiores a los 30 millones de dólares.
"Fue una bendición que mi familia emigrara a Estados Unidos, porque eso nos permitió tener una vida mejor", comentó Almirola. "Además, me dio la oportunidad de encontrar mi destino como piloto de autos, algo que no hubiese podido hacer en la Cuba revolucionaria".
"Hay dos clases se atletas en el mundo", comentó el piloto. "Aquellos que quieren ser parte del espectáculo y quienes quieren triunfar. Yo soy de estos últimos. Me gusta la presión. Me gusta tener la bola en mis manos para el disparo ganador".
Sus dos primeras temporadas con Steward-Haas Racing, para quienes compite desde 2017, lo vieron llegar a los playoffs entre los mejores 16 pilotos del año.
De cara a la prueba en el Autódromo Homestead-Miami, Almirola se dice muy entusiasmado.
"Nuestro Mustang está respondiendo muy bien", confesó el piloto, luego de que el 31 de mayo pasado, en el autódromo de Bristol y tras arrancar segundo, sufriera un accidente que lo retrasó hasta el puesto 29. "Uno de estos días, la suerte se volteará y las cosas serán a nuestro favor".
