Si ha habido jornadas paupérrimas para la Isla en los Panamericanos de Lima, esta calificaba incluso de aburrida, hasta que el equipo de voleibol masculino salvó el día.
Y es que no podía empezar peor, tras la vergonzosa disputa del quinto lugar para el pasatiempo nacional, el béisbol. Disputa que de por sí sola ya parecía bastante pusilánime, pero que en los finales deparó la nota inolvidable, cuando luego de fabricar ocho carreras en la parte alta del décimo episodio, el equipo cubano dejó que Dominicana le ripostara con nueve y lo dejara al campo.
Ha sacado bien las cuentas, Cuba terminó sexta en un torneo de cuarta categoría, a la que ya ni alcanza. Tampoco crea que cambiará algo tras lo sucedido para el béisbol en la Isla. "Somos continuidad".
De algunas pinceladas positivas, la velocidad del ciclismo dejaba a la matancera Lisandra Guerra en cuartos de final, con el cuarto mejor registro entre las 15 que se presentaron.
Guerra intentará aruñar una medalla en una prueba que lidera la canadiense Kelsey Marie, con record panamericano incluido. Mientras, el debut de Arlenis Sierra en la velocidad, especialidad que no es la suya —lo de ella es la ruta— no deparó buenos resultados. Sierra no pudo siquiera con el pase a cuartos ante la mexicana Jessica Salazar.
Sin opciones también quedaron otras disciplinas. Una de ellas fue el raquetbol, del que realmente no se esperaba más. La dupla femenina cayó fácil ante las argentinas, Maykel Moyet y Enio Chacón sucumbieron en los individuales, mientras a las chicas les sucedía lo mismo. El tiro deportivo, de lo mejor en Lima, selló uno de los rendimientos más bajos, al quedarse fuera de las finales en el skeet, el rifle de aire a 10 metros mixto y la pistola a 25 metros. El hockey masculino también cayó 0-9 ante los argentinos y los cubanos se despidieron de Lima.
Las chicas de la gimnasia rítmica, en la prueba de conjuntos, no pudieron escalar el podio, al concluir cuartas, detrás de México, Estados Unidos y Brasil. En las velas tampoco hubo resultados significativos para los isleños.
Para último quedaron las finales del clavado en la plataforma 10 metros y el trampolín a tres metros, y la semifinal de voleibol de sala contra un equipo B brasileño, que no por ello los hacía menos favoritos al título. Con score de 25-16, 25-22 y 25-21, los cubanos firmaron la mejor actuación de un deporte colectivo hasta la fecha en Lima, al clasificarse a la discusión del oro, mejorando la actuación de Toronto 2015.
Pero pese a la alegría del pase del voleibol a la final, Cuba no sumó una medalla de ningún color, aunque se mantiene en el quinto escaño de la tabla general con 14 de oros, 11 de plata y 11 bronces. México, Canadá y Brasil le siguen negando el podio a los cubanos, objetivo esencial de la delegación en estos Panamericanos.
Este domingo habrá actividad criolla en el frontenis, el balonmano, el ciclismo, las velas, la gimnasia rítmica, el raquetbol, el polo acuático y, por supuesto, la finalísima del voly de sala.