La Selección Colombia logró su pase para la ronda de octavos de final del Mundial de Fútbol al derrotar por la mínima este jueves en Samara —gracias a un gol de Yerry Mina, en el minuto 74— a Senegal, que quedó eliminada y dejó a África sin representación en Rusia 2018, reporta EFE.
Colombia pasó con todas las de la ley, aunque no sin sufrir, como primera de un grupo en el que se clasificó como segunda Japón, a pesar de perder contra Polonia por idéntico resultado. Por primera vez en la historia, como consecuencia de la norma que indica que si todos los registros se equiparan, se observará el número de tarjetas, mayor en el caso de Senegal, que se quedó fuera del torneo.
El conjunto suramericano supo reaccionar tras el descanso, a sabiendas de que el empate con el que se llegó al mismo no le valía, al registrarse idéntico resultado tras la primera mitad en el partido que medía a Japón con Polonia, única que ya estaba fuera.
El argentino José Pékerman, que se convirtió en el técnico que más veces ha dirigido a una selección (52) en fases finales de competiciones oficiales de la FIFA —incluida la Copa de las Confederaciones y los Juegos Olímpicos—, superando al australiano de origen alemán Les Scheinflug, dispuso de su 11 de gala. Recuperó al sancionado Carlos Sánchez —del Espanyol—, expulsado en el primer partido, contra Japón, que alineó en el pivote junto a Uribe; con Cuadrado, James y Quintero por delante; y con el capitán, Radamel Falcao, en punta.
Pero Pékerman, que este jueves batió otro récord —al superar al Pacho Maturana como seleccionador que más veces dirigió a Colombia en Mundiales (8)— tuvo que retirar del campo, pasada la media hora a James, que se resintió del gemelo, dando entrada al sevillista Luis Muriel.
Juan Quintero, autor del gol en la derrota en el primer partido, contra Japón (1-2), había dado el primer aviso, de nuevo en falta directa, que desvió esta vez Ndiaye. Pero Senegal se fue abriendo; y poco después llegó el susto, en una excelente combinación entre Keita Balde —nacido en España y formado en la cantera del Barcelona— y Sadio Mane —finalista de la Champions con el Liverpool—, que cayó dentro del área tras entrar en contacto con Davinson Sánchez.
El serbio Mazic señaló penalti inicialmente, pero acabó revisando la jugada en el VAR y desestimó sancionar a la Tricolor.
Keita Balde y Mane seguían inquietando a la zaga colombiana, a pesar de que a Senegal le valía el empate; pero fue en otra falta ejecutada de nuevo por Quintero cuando Falcao estuvo a punto de anotar, en el minuto 25.
El marcador no se movió, y al descanso, Colombia estaba eliminada. Para que le sirviese el empate, en el otro partido, Polonia debía derrotar a Japón, y en Volgogrado la primera mitad también acabó sin goles.
Como quiera que se negaban a hacer las maletas, los colombianos empujaron más en la reanudación, abriendo asimismo huecos a los rápidos y muy físicos senegaleses, que nunca renunciaron al contraataque. A pesar de las peticiones de calma de su técnico, Aliou Cissé, más sensato que sus pupilos.
La noticia del gol polaco, al cuarto de hora de la segunda mitad, animó las gradas del Samara Arena, mayormente ocupadas por hinchas colombianos. Que se regocijaron cuando Sane desaprovechó una falta directa, al resbalarse justo antes de contactar el balón.
La tensión se acrecentaba, por la incertidumbre, cuando una clara ocasión de Muriel provocó un córner que cabeceó de nuevo el "Tigre". Y, a pesar de que poco después casi la pifia en propia puerta Salif Sane, el balón no entraba en la portería africana. Por lo que de nuevo había que consultar lo que hacían nipones y polacos.
Hasta que al fin llegó el gol de Yerry Mina, en el 74, al cabecear el barcelonista un córner lanzado por Quintero. Para certificar, por méritos propios, sin confiar en nadie más, la clasificación de Colombia.
Era Senegal la que ahora estaba fuera. Igualada a todo con Japón, pero con más amonestaciones que los asiáticos, el equipo de Cissé se lanzó al ataque a la desesperada. En un final no apto para enfermos cardiacos Colombia mantuvo el resultado.
La eliminación de Senegal dejó a África sin representación en el Mundial de Rusia 2018, después de que con anterioridad hubiesen quedado matemáticamente eliminadas las otras cuatro selecciones de ese continente: Túnez, Egipto, Marruecos y Nigeria.
Japón aplica una táctica suicida
A Japón la táctica suicida de su entrenador, que cambió a más de medio equipo para el partido, a punto estuvo de costarle caro.
Perdió Japón contra Polonia, por un remate de cabeza de Jan Bednarek, y los "Samurais azules" aguardaron unos angustiosos minutos el resultado de Samara, donde Colombia le iba ganando a Senegal también por 1-0. Al confirmarse, respiró Akira Nishino.
Porque, pese a la necesidad de lograr un punto para asegurar los octavos de final, el técnico nipón dejó en el banquillo a Inui y Harebe, por el riesgo de que una amarilla los impidiese jugar fuera de la siguiente ronda, y refrescó su equipo con otros cuatro cambios.
El técnico polaco Adam Nawalka, cuyo único objetivo era no irse de vacío de Rusia, también dio entrada a medio equipo nuevo, incluido el meta Lukasz Fabianski y el defensa Kamil Glik, que pudo así debutar en el Mundial, tras sufrir una lesión en el hombro a principios de mes que parecía apartarle del torneo.
El intenso calor (36 grados) y los numerosos cambios influyeron en una primera parte con muchas imprecisiones, en la que fue Polonia quien más cerca estuvo del gol, con un remate de cabeza de Kamil Grosicki que despejó con muchos apuros Eiji Kawashima, que envió el balón contra el poste, sin que llegase a entrar por completo, como demostró la Tecnología de Línea de Gol.
Con algo más de intensidad al comienzo del segundo tiempo, Japón trató de asegurar su plaza en la segunda ronda y, sin embargo, fue la selección polaca la que se adelantó por un despiste defensivo nipón. Una falta desde fuera del área lanzada por Rafal Kurzawa que empalmó dentro del área, sin oposición, el defensa Jan Bednarek (m.60).
De pronto, Japón, que llegaba a la tercera jornada convencido de estar prácticamente clasificado se encontró casi eliminado. Y a la desesperada, Nishino dio entrada primero a Inui y luego a Hasebe, pero no cambió mucho el panorama.
Si acaso para ofrecer a Polonia espacios para correr el contraataque y, con ello, demostrar que éste no es el torneo de Lewandowski. Solo desde el centro del área, el delantero del Bayern envió a las nubes un buen balón puesto desde el lateral por Grosicki, en la mejor ocasión del segundo tiempo.
Expuesto a que otro gol le dejase fuera, Japón vivió con angustia hasta el pitido final, mientras Polonia aseguraba una victoria que maquilla en algo su pésimo torneo y Lewandowski abandonaba el campo otra vez contrariado. Sin estrenarse en un Mundial.