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Béisbol: Serie Nacional

Mayabeque, en lo más profundo

Trece jugadores abandonaron en un año el equipo en busca de un contrato profesional.

La Habana

El 2015 fue el año de la emigración del béisbol cubano. En 12 meses se fueron de Cuba alrededor de 155 peloteros, una cifra escalofriante. Casi todos los equipos perdieron prospectos de primer nivel. Mayabeque no fue la excepción.

La provincia ostentaba una gran formación de prospectos, pero 13 se fueron en un año a buscar el sueño de las Grandes Ligas, un número bastante sensible. Son ellos José Norbelis Betancourt, Raidel Chacón, Rogelio Quesada, Randy Terry, Michel Báez, Yosuan Gil, Adrián Morejón, Sergio Luzardo, Darién Pérez, Yunier Castillo, Javier Pedroso, Yoel Mestre y Ronald Bolaños.

Si sumamos los que emigraron en 2014 (Pedro William Castillo, Ariel Miranda, Orandi Abascal) y en 2013 (Ernesto Molinet), los números muestran un generación emigrada en un lapso corto de tiempo.

"Mi ánimo fue la familia, sentí que yo puedo ayudarlos. Por mi mamá, ese fue mi mayor impulso. Ella lleva toda su vida sacrificándose, ahora es mi turno de hacerlo. Por eso salí a enfrentar este difícil camino con mi madre presente y con Dios mediante", dijo a DIARIO DE CUBA el inicialista de 24 años, Randy Terry.

Desde que surgió en la serie número 51 (2011-2012), el equipo se han topado con barreras que le han privado de la posibilidad de lucir en la liga. En su primera temporada terminó en el lugar 17. Su mejor actuación fue durante la serie 53 (2013-2014), cuando consiguió el lugar 11.

En el actual campeonato, Mayabeque quedó en el último lugar (16), con 11 juegos ganados y 34 perdidos. Diezmada por la emigración, la provincia presentó un equipo alternativo, visiblemente afectado en el área del pitcheo.

Adrián Morejón y Ronald Bolaños son prospectos bien valorados por los scouts de las Grandes Ligas. Morejón es un talentoso pitcher de 16 años, con una recta de 93 millas.

Los motivos principales de la fuga de peloteros siguen siendo la economía y las aspiraciones profesionales.

"Es por lo mismo que todo el mundo. Tú sabes, poco dinero y, en mi caso, poco tiempo para jugar. Llegue a la serie con 18 años y no tuve chance de nada, solo la primera temporada. Pero yo estoy seguro de que todos se fueron por ayudar a su familia y por las ganas de triunfar en el mejor beisbol del mundo", dijo a DIARIO DE CUBA Raidel Chacón, jardinero de 21 años.

El fenómeno es una síntesis de las escasos estímulos que reciben los prospectos de cierto valor en el sistema del béisbol cubano. No hay visión de unidad entre los jugadores del primer nivel y los prospectos que surgen.

"Me fui a esta edad porque empezaron a llamarme desde Dominicana y creo tener mejor futuro aquí. No me han medido todavía, pero de Cuba me fui lanzando 93 la máxima, y no espere a desarrollarme allá porque quiero llegar desde joven a donde aspiro", comentó el joven lanzador de 19 años Michel Báez, de gran estatura y velocidad para triunfar en el béisbol.

Es complicado que todos estos atletas puedan firmar un contrato con organizaciones de las MLB. Aun así muchos se muestran esperanzados en cuanto al futuro que les espera.

"Creo que sí podemos firmar con algún equipo porque están las condiciones y la juventud, pero hay que luchar para eso y entrenar fuerte", declaró a este diario Sergio Luzardo, quien se desempeñaba como segundo abridor de Mayabeque antes de salir de Cuba.

A un equipo como Mayabeque, que relegado al pozo de la clasificación pierde ahora tantos prospectos de valor, no le esperan días felices.

"Pienso que se han ido tantos peloteros en tan poco tiempo porque todos son bastante jóvenes y no veían mucho futuro. Llegar a los equipos Cuba de mayores es muy difícil pues hay nombres fijos en esos conjuntos. También puede haber sido por embullo, al ver que se fueron otros", opinó Osvaldo Morejón, padre de Adrián.

"Se llamaban por teléfono y sabes cómo es la juventud de hoy en Cuba, se dejan llevar por cualquiera. Fíjate si es así que cuántos hay aquí que no tienen talento y van a pasar mucho trabajo en conseguir un contrato", añadió.

"Lo otro es que el pelotero en Cuba pasa mucho trabajo en escuelas con muy malas condiciones, en especial la Mártires de Barbados, la más sucia de todas", criticó.

Los técnicos y entrenadores de Mayabeque deberán empezar desde cero a formar nuevos atletas y jugadores que quizá con el tiempo también emigrarán. Podría ser un ciclo inmutable como el mito de Sísifo. Una condena constante que se mantendrá si no cambia la estructura del béisbol cubano.

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