La artista cubana Zilia Sánchez Domínguez falleció este miércoles en San Juan, Puerto Rico, donde residía desde la década del 70, informó el periódico local El Nuevo Día. En sus 96 años de vida, Sánchez Domínguez trabajó la pintura, la escultura y el grabado, además de ejercer como profesora.
Nacida en La Habana en 1928, la artista fue pieza clave del desarrollo de las artes plásticas en Puerto Rico. Realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de San Alejandro, en La Habana, y salió de Cuba en 1960. Luego vivió en Italia, Canadá, Nueva York y España, donde se interesó por los materiales poco tradicionales, tras conocer el trabajo de Antoni Tápies.
Tras instalarse en San Juan, Sánchez Domínguez realizó varios murales en fachadas de edificios residenciales en la Isla, como una de las torres del complejo Laguna Gardens, y desde el 1991 fue profesora en la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico y de la Liga de Estudiantes de Arte de San Juan.
Sus obras han sido expuestas en importantes espacios como el MoMa Museum, en Nueva York, el Museo de Arte de Puerto Rico, el Museo de Arte de Fort Lauderdale, el Instituto de Cultura Hispánica, en Madrid, entre otros. Sánchez Domínguez alcanzó más notoriedad después de una serie de exposiciones en Nueva York entre 2013 y 2016, que llamaron la atención del mundo del arte.
El Museo de Arte de Puerto Rico reseñó su trabajo en estos términos: "En su obra abstracta, en serie y de corte minimalista, utiliza lienzos estirados desde los que se proyectan relieves de formas punzantes, de connotación erótica, que la artista acentúa con una pigmentación circular en tonos neutros como los grises, negros y ocres".
La directora de dicho museo, María Cristina Gaztambide, dijo a El Nuevo Día: "Desde mi punto de vista, Zilia fue una pionera y una voz única en el modernismo caribeño y latinoamericano, y ella combinó de manera muy original la abstracción geométrica y tendencias constructivistas que surgieron en todo el continente desde mediados del siglo 20, con unas posturas feministas, y eso es lo que realmente queda de su legado: fue una voz única".
A pesar de la importancia de su trabajo y de ser una pionera del arte erótico durante las décadas de 1960 y 1970, este "raramente se ve fuera de Puerto Rico", dijo The New York Times en 2015, sobre una exhibición de mujeres que contó con obras de Sánchez Domínguez, lo que certifica que esta, en muchas ocasiones pasó desapercibida al ojo del gran mundo del arte.
"Una isla lo tiene todo y pertenece a una sola cosa", dijo la artista en un documental sobre su trabajo que formó parte de Zilia Sánchez: Soy Isla, en la Phillips Collection de Washington, la primera retrospectiva de su obra, inaugurada en 2019
"La muestra recorre su olvidada carrera, desde la década de 1950 hasta la actualidad, y presenta aproximadamente 60 obras de arte", detalló The Guardian. "Ella es una figura querida en Puerto Rico", dijo Vesela Sretenović, curadora de arte contemporáneo de la Colección Phillips.
"Fue una de las pocas mujeres que tuvieron un impacto en su época. ¿Por qué no se la reconoció antes? Este es el momento. Eso no le impidió hacer su trabajo. Ahora es el momento adecuado", agregó. "Es mujer, es latina y es gay. Así que no es la combinación más popular del mundo", sentenció.
En 2019, además, su obra fue incluida en la exitosa exposición colectiva Radical Women: Latin American Art, 1960–1985 del Museo de Brooklyn.
Sobre el devenir de su obra, Gaztambide sostuvo: "En este momento estamos trabajando en traer a Puerto Rico una exposición panorámica de su obra, que fue organizada por el Institute of Contemporary Art de Miami, que viene al museo a partir del 21 de marzo. Es doblemente triste, porque estamos sumergidos en ese trabajo actualmente, y nos da mucha pena que haya fallecido en este momento".
"Hay legado artístico, pero hay también un legado de compromiso social, específicamente sus posturas respecto al bienestar y el cuerpo de la mujer. Es una pérdida inmensa y su legado durará para siempre", concluyó Gaztambide.