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Artes escénicas

'¿Quién es esa mulatica?'

La actriz cubana Claudia Muñiz está inmersa en un crowdfunding para producir su serie 'Papel Cartucho', un trabajo que reflexiona sobre el racismo.

Madrid
La actriz cubana Claudia Muñiz.
La actriz cubana Claudia Muñiz. Cortesía de la entrevistada

Cuando tuve enfrente a la actriz Claudia Muñiz recordé aquella anécdota que creí insignificante; una amiga me dijo que había algo de racismo en una publicación pretendidamente simpática que hice sobre mi pelo en Instagram.

Yo solo dije que tenía el "negro en candela" porque mi cabello estaba desordenado, pero que aquello fuese racismo me parecía exagerado.

Después comprendí que tenemos mucho por resolver con nuestras pequeñas expresiones de cada día, pero lo tuve más claro cuando entrevisté a Claudia y le escuché su proyecto de crowfunding para desarrollar una serie que hable de eso, del racismo cotidiano y de cómo ella lo ha vivido.

Claudia Muñiz es una actriz cubana. Su piel casi blanca, pero no blanca, casi negra pero no negra; su pelo afro, su constitución delgada la han colocado en una denominación especial: "ella es una mujer color cartucho". Para explicar su relación con el conflicto que el mundo insiste en tener con su "raza", ha abierto un crowdfunding para filmar una miniserie.

"Es una manera de recaudar fondos. Digamos que en español se le diría campaña de micromecenazgo. Pero eso es muy largo. Hay muchas maneras de hacerlo. Algunos funcionan por recompensa, la gente pone una cantidad determinada de dinero y por esa cantidad de dinero recibe algo, como puede ser un llavero con el nombre del proyecto. En Papel cartucho no hay recompensa. Se trata sencillamente de apoyar el proyecto. Obviamente irán en los créditos todos los mecenas", dice la actriz en entrevista con DIARIO DE CUBA.

Papel cartucho surgió exactamente cuando Muñiz hizo un casting para interpretar a una afrocaribeña, pero no la escogieron, a pesar de haber sentido que era un personaje escrito para ella. No era lo suficientemente negra. 

"Hay un montón de cosas vivenciales. Cuando yo era niña, de tres o cuatro años, yo recuerdo de otra niña que me dijo que yo era papel cartucho. Ella era igual. O iba caminando por la calle con mi madre y mi expareja, ambos de tez blanca, y me paraba la policía pensando que era la jinetera de ellos. Había gente que preguntaba que quién era la mulatica que vivía a casa de Dania. 'Esa muchacha, esa  mulatica, ¿quién es?'". 

Sin embargo, si Claudia iba a un casting para una jinetera  y estaban buscando a una mujer negra tampoco la escogían. No cuadra en las cabezas humanas que una jinetera luzca pequeña, delgada y con una piel tan clara.  

Cuando vivió y trabajó en Nueva York la cosa era parecida. Si iba a un casting para un personaje latino, no era percibida como tal. Parecía de allí y cuando abría la boca era latina. Pero, a nivel comercial no daba la imagen de morena y con súper curvas total.

Una vez en el viejo continente, la cosa pasó al terreno de lo exótico.

"He sentido aquí el peso de ser diferente, de ser afrodescendiente. En EEUU, en Nueva York, si no hablaba pasaba como una más de allí. Había mucha gente como yo. Si alguien me decía algo por la calle eran personas con el pelo como yo. 'I like you hair'. Era como una manera de: 'I fell you, te veo'. Era otra cosa, no quiere decir que no haya racismo. Todos estamos clarísimos del nivel de racismo. Pero aquí es  es otra cosa, a mí nadie me ha dicho negra de mierda, aunque tengo amigos que sí. En mi caso va por la exotización. 'Ay que guapa te quiero tocar, no solo el pelo'. Como estrategia, si alguien viene a tocarme les hago lo mismo. Y me dicen no, no. Y entonces les respondo, '¿y por qué a mí sí y a ti no?'". 

Papel Cartucho está pensado para publicar en capítulos en formato de reel en las redes de Muñiz.

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9 comentarios

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...y a los blancos les decian litro de leche, a los javaos capirros, a los negro chiva prieta. etc....

Profile picture for user pim-pam-pum

Siempre ha habido personas racistas en Cuba, yo tengo un recuerdo de cuando era una niña, soy hija de blanco español y madre mulata clara, iba a un colegio privado y un día que falté la guagua del colegio pasó por mi casa en el momento en que yo regresaba del médico con mi madre, a la tarde una compañera de clase que iba en el mismo bus me dijo: ¿Era la criada con quien ibas? Yo le respondí que era mi mamá, yo no entendía por qué me decía eso, en mi casa nunca se trató el tema, mi mamá era mi mamá y punto, incluso tengo sobrinas que un día hablando con una de ellas me dijo hace un tiempo: yo no sabía que abuela era mulata, abuela era mi abuela y ya eso era suficiente.
También vi en la época de la secundaria como algunas muchachas no iban a los 15 de algunas compañeras, cuando yo les preguntaba nunca me respondían claramente, y yo seguía siendo tan inocente que no captaba lo que había detrás de esa negativa.
Las personas se dividen en buenas y malas, no hay más.

Bueno, tengo un amigo negro que vive en cuba y ha viajado el mundo entero. Es comunista para mas inri, y dice que en cuba ya el racismo se acabo. Mira tú!

Dentro de poco ya no podremos hablar, pues entre el racismo (aunque no sea tal) , el black live matter (los demás no importan), los “elles “o las “elles “ni Cervantes podrá expresarse.

Profile picture for user Amadeus

La corrección politica ha llegado al sumum de la ridiculez en este mundo mundial. En mi infancia y juventud en La Habana como en toda Cuba, a mis amigos le decía „0ye negro donde estabas“; o „dame un beso mi negra“; o „ven acá mulata“ y nadie te llevaba al Tribunal de la Inquisición por racismo porque no se sentían aludidos.

La progresía zurda de este país ha llegado a quitarle el nombre de un antiguo y tradional postre de chocolate, (Mohr in Hemd) porque hacía una „alusion colonialista y racista“. O le querían cambiar el logo a una centenaria y conocida tostadora de café. (Meinl), porque llevaba la silueta de un perfil de un niño negro. De tribunales y todo. Así estamos.

Profile picture for user Ana J. Faya

En Cuba hubo y hay muchas expresiones racistas. Solo hay que pensar que con el 59 se declaró oficialmente terminada la discriminación y no se ha hecho nada por abordar ese problema, que subsiste. Se sigue discriminando bajo el amparo de que "eso no existe". Los negros se dan cuenta de esa realidad cuando salen de Cuba a vivir fuera. Una se da cuenta también de cuántas expresiones en el lenguaje común en Cuba llevan racismo apañado, aunque la intención sea de afecto, como esa de "oye negro, ven acá". No me estoy refiriendo a los extremos como lo de ese postre o la tostadora, al derribo de las estatuas de Colón o a los reclamos para que el actor Cumberbacht pida perdón por los esclavos que no sé qué tataratarabuelo tuvo. Esa conciencia adquirida por esa muchacha al vivir fuera la he visto en otros cubanos negros.

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Doña Ana———En mi opinión habiendo vivido en una sociedad multiracial como la cubana (al menos yo que nací y crecí en un barrio „deprimido socialmente“, como se dice hoy políticamente correcto a barrios como La Timba o San Leopoldo y otros) la connotación racial de esa expresiones no tenía la carga racista que hoy tienen o le quieren poner, sin duda alguna. Usted le dice hoy aquí a alguien algo como „oye prieto, alcánzame el martillo“ y le meten un „sue“ por racista, antidiverso, esclavista; mentalidad colonialista, y todo lo que por ahí quepa. Dios la libre a usted.

Profile picture for user Ana J. Faya

Oiga, eso de "deprimido socialmente" me sacó una carcajada. Deprimida estaba yo en los bloques del barrio de La Timba, donde viví desde 1970 hasta que me fui de Cuba. Mis vecinos no, ellos no estaban deprimidos, vivían como les daba la gana, con el radio a todo meter, sonando patinetas frente a los edificios, bateando pelotas contra las ventanas de los apartamentos o llamando a grito pelao a un puñetero muchacho para que fuera para la casa. Ellos eran muy diversos y alegres.

Amadeus, lo tuyo era algo que no tenías nada de racismo, pero si te pones a pensar en los amigos que tenías, te darías cuenta de que los de ellos era simplemente racismo.