Diego Soliveres, un joven español que padece de ceguera desde su infancia ha aparecido recientemente en la prensa de su país natal porque tras estudiar de Derecho, fundar una banda de rock inspirada en Queen y vender cupones se lanzó al mundo del diseño de calzado, creando la más reciente línea de la marca Timpers.
"Decidí meterme a Derecho, siempre he sido abogado de pleitos pobres, pero cuando empecé la carrera me di cuenta de que el concepto de Justicia no es el que yo tenía concebido", afirmó Soliveres en una entrevista publicada por el diario español El Confidencial.
Por esa razón dejó la universidad y fundó un grupo de rock en honor a la mítica banda británica encabezada por Freddy Mercury, pero tras un tiempo decidió disolver la agrupación, por lo que a través de su afiliación a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) consiguió trabajo como vendedor de cupones.
Fue dentro de la ONCE que conoció a Aitor Carratalá y Roberto Mohedano, creadores de la marca Timpers, pues se inscribió en el equipo de fútbol en el que sus futuros socios se desempeñaban como parte del equipo técnico.
"Ellos, con una gran mentalidad emprendedora, habían creado ya una marca de zapatillas y las llevaron a un entrenamiento para que las viéramos los ciegos del equipo, básicamente para intentar vender algo. Les chocó un montón la forma que teníamos de verlas, tocando mucho las zapatillas, metiendo las manos, tocando los materiales, comprobando la flexibilidad, los cordones", contó Soliveres.
Luego Carratalá y Mohedano "tuvieron la idea de crear un modelo diseñado al tacto por los ciegos del equipo y yo, que nunca he sabido decir que no a nada y soy una persona inquieta, les ayudé con un diseño", agregó.
Poco después los jóvenes decidieron dar un carácter social a la empresa, por lo que acordaron que las Timpers serían diseñadas solamente por personas ciegas.
Para Soliveres está claro que unos zapatos que no entren por la vista no se venderán, pero afirma que desean "que sea el tacto el principal modo de verlas", por lo que cuando reciben las muestras de los materiales por parte de los proveedores el joven las va tocando y elige aquellas que le sugieren algo especial, "que evocan un lugar, un recuerdo o una situación, bien porque el material es totalmente distinto o muy agradable al tacto", indica.
"Una vez tenemos todos esos materiales que nos han inspirado, tratamos de buscar la combinación más adecuada para un modelo que sea realmente atractivo", agrega.
Es en ese momento cuando intervienen sus compañeros, que se encargan de finalizar la confección con los materiales elegidos, teniendo en cuenta los colores de la temporada, que el diseño sea atractivo y que los cordones, la marca bordada en baile y el contraste de tonalidades sea favorable para las personas con problemas de visión.
Actualmente para Soilveres el principal objetivo es conseguir vivir de la calidad de las zapatillas y no de la caridad. "No queremos que nadie compre porque es una empresa formada por personas con alguna discapacidad y eso solo podemos conseguirlo haciendo un producto 10", finaliza.
Mientras, ha conseguido que la prensa española respalde su proyecto, donde diarios como El País y El Mundo le han brindado un espacio para contar su increíble historia.