Catorce años le tomó a Adriana Bosch armar Letters to Eloisa (Cartas a Eloísa), un documental que cuenta cómo la revolución cubana censuró y condenó al ostracismo al escritor José Lezama Lima, reporta EFE.
El documental, con la voz del artista británico Alfred Molina, la música original de Arturo Sandoval y el testimonio de escritores como el peruano Mario Vargas Llosa, se estrena mundialmente este domingo en el Miami International Film Festival.
El refinamiento de Lezama es precisamente "la antípoda de lo que debía ser la cultura para la revolución", afirma el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ante la cámara de Bosch.
"Yo conocí a Lezama en esos años 60, lo vi varias veces, estuve en su casa (...). En él había reticencias hacia la revolución, discretas, porque era un hombre más bien prudente", recuerda Vargas Llosa sobre el cubano que, no obstante, logró entrar al denominado "boom latinoamericano" con Paradiso (1966).
Letters to Eloisa se basa en la correspondencia privada que Lezama tuvo desde Cuba con su hermana Eloísa, que había partido al exilio y a quien nunca más volvió a ver.
En una entrevista con EFE, Bosch, nacida en Cuba y exiliada en Estados Unidos desde que tenía 14 años, dice que "Vargas Llosa hace una contribución clave" para el documental.
El escritor peruano "conoce a Lezama y es un testimonio de primera mano que apoya la trayectoria de las cartas, que es la desilusión de Lezama Lima con la revolución, y además, a su manera, nos da la medida de Lezama dentro del 'boom', desde adentro".
La realizadora cuenta las dificultades que tuvo que vencer para lograr sacar adelante su documental, porque los productores a los que se acercaba no conocían al novelista y poeta cubano.
"A Lezama no lo conocía un sector amplio fuera de Cuba, con esta piedra choqué repetidamente a lo largo de los 14 años que me tomó armar el documental", dice Bosch, autora de series y documentales para el Servicio de Transmisión Pública (PBS) de los Estados Unidos.
Bosch quedó impactada por el contenido de un epistolario, el de Lezama Lima y Eloísa, revisado a hurtadillas por el Estado cubano.
"Me costó muchísimo trabajo hacerlo porque quería mantener la estructura y narrativa original del documental. Todo estaba planteado a partir de las cartas", revela Bosch.
"Una carta es uno de los pocos instrumentos que tiene un biógrafo para conocer el interior de un personaje. Estas cartas explicaban de primera mano los acontecimientos en Cuba, y en segundo lugar el sufrimiento de Lezama y lo que él estaba pasando. Esto, comunicado a la persona más cercana, que era su hermana", dice la directora.
Pero, según se puede leer en la página web de Letters to Eloisa, el documental se detiene para hacer una pregunta crucial: ¿Lezama desafió la homofobia del régimen o la publicación de Paradiso en ese momento fue una mera coincidencia?
A esta pregunta responden escritores y críticos literarios que Bosch logró reunir en su filme; entre ellos, Enrico Mario Santí, Lilliam Guerra, Antonio José Ponte, Emilio Béjel, Roberto Méndez y Margarita Mateo Palmer.
"Lezama publica Paradiso cuando hay un montón de gente encerrada en la UMAP (campos de trabajos forzados a donde enviaron homosexuales, religiosos y otros ciudadanos en Cuba en la década de los años 60). Él estaba muy consciente de su entorno, no puede haber ignorado el momento en que él publica esta novela", afirma Bosch.
Desafiar de esa manera al régimen comunista le costó al cubano el ostracismo, que no le permitieran viajar fuera de la Isla y que incluso lo retiraran oficialmente como referencia literaria.
De acuerdo con Bosch, el responsable de que Paradiso se entroncara con el "boom" literario latinoamericano fue el argentino Julio Cortázar, que "saca la novela de Cuba y la publica en México".
"Si hay un protagonista en la historia de Lezama Lima es Julio Cortázar, pero Cortázar no está para contarlo. Sin embargo, el protagonista de la trayectoria cultural de la intelectualidad latinoamericana con respecto a la revolución cubana es Mario Vargas Llosa", puntualiza.
Para la directora, lo más duro al realizar este documental fue cerciorarse de que "las cartas son una vía de decir su verdad, aunque él sabe que esas cartas se las están abriendo".
"Las cartas a Eloísa le llegaban por correo, le llegaban abiertas, pero muchas veces las cosas estaban dichas disfrazadas dentro de la nostalgia de la familia. Eso para mí es espeluznante", afirma Bosch.
La realizadora confesó que el móvil de este documental fueron, primeramente, "motivaciones políticas" y más tarde literarias.
"Las cartas a Eloísa son documentos tremendamente políticos", dice Bosch, que afirma haber luchado mucho consigo misma "porque quería darle crédito a Cuba en el momento en que lo rescataron (a Lezama)", en 1991 con una nueva publicación de Paradiso.
"Hasta que me di cuenta de que Lezama no necesitaba rescate. Los que se tenían que rescatar eran ellos, que fueron los que se equivocaron", reprocha Bosch.
Las cartas a Eloísa pueden consultarse en la web del Cuban Heritage Collection, de la Universidad de Miami (UM).
"Me dio mucho trabajo llegar a entender qué es lo que le cuesta a Lezama el ostracismo", reitera Bosch.