Un escultor francés que elabora piezas a base de chocolate hizo un homenaje a la efeméride que celebra el mundo este sábado erigiendo en París una réplica del tristemente célebre Muro de Berlín, que luego derribó a martillazos ante la mirada atónita de decenas de personas.
Elaborado con 200 kilos de chocolate, el muro, garabateado con las palabras "libertad" y, en alemán, "¡Soy berlinés!", fue destrozado por su escultor, Patrick Roger, sobre el pavimento y justo frente a su chocolatería en la capital de Francia, y sus trozos fueron repartidos a los transeúntes.
Simulando la forma en que los berlineses echaron abajo el infame muro de concreto tres décadas atrás, Patrick Roger y un asistente improvisaron su acción a manera de una performance en la que horadaron la pared y, a través de un orificio, estrecharon la mano de un individuo que estaba ubicado del lado opuesto de la escultura. Este último hombre los ayudó a tirarlo sobre el pavimento, para alegría de los testigos.
Los transeúntes mordisquearon los trozos y cargaron con bolsas repletas del dulce.
Roger comentó a la agencia AP; que estuvo presente y reportó el acontecimiento, que se sintió increíble compartir el sabor, los valores y un cierto aire de libertad.
"Es increíble, 200 kilos de chocolate se fueron en cuestión de minutos", agregó.
Entre los parisinos y turistas que presenciaron el espectáculo estaba Cécile Revéret, quien vivió durante unos años en Alemania Oriental antes del colapso del muro, un momento crucial en la caída del comunismo en Europa del Este.
"Fue una idea magnífica. Por eso vine. Ahora tengo trozos del muro", broméo Revéret. "No estuve ahí para la caída en 1989, pero con mi corazón apoyaba la reunificación y a todos los alemanes orientales con los que tuve oportunidad de convivir y quienes a veces mencionaban el muro con lágrimas en los ojos", contó.