El Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam exhibe por estos días la exposición personal del joven artista Adonis Ferro (La Habana, 1986). Con la muestra, titulada DES-CONCIERTO 9. El Banquete, el creador se apropia de todos los espacios de la institución, convirtiéndolos en un organismo dinámico que se desarrolla y muta en su interacción con el medio ambiente, el tiempo y el público. La selección forma parte de la serie works in process (trabajos en proceso o Arte procesual) bautizada por el creador con el título genérico de DES-CONCIERTO, presentada desde 2014 en distintos espacios de la capital cubana.
En sus aparentes Des-formaciones, Ferro entrecruza múltiples disciplinas. Y para respaldarle en DES-CONCIERTO 9. El Banquete, cuenta con curaduría de dos pesos pesados del Centro Lam: Dannys Montes de Oca y José Manuel Noceda Fernández.
La exhibición se compone de cuatro actos: Acto I: ¡Ah! Hondas ganas; Acto II: Quería olvidar el gris; Acto III: El Banquete, y Acto IV: Sonido invisible para despertar a Platón.
Concebida como una obra integral, Adonis Ferro implica de manera activa a 32 personas en la producción y ejecución de los trabajos. En este DES-CONCIERTO emplea músicos, cantantes líricos, ingenieros de sonido, lutieres, actores, confección y diseño de vestuario, equipo de producción, realizadores de audiovisuales, fotógrafos, diseñadores gráficos, director de actores y otros especialistas.
En la sala de la planta baja se exhibe un libro de artista con esbozos suyos y de lutieres, previos a la construcción de los instrumentos musicales que se exhiben. También realiza aproximaciones al mundo de la sonoridad, lo cual acompaña con dos audiovisuales: el primero registra los procesos de trabajo seguidos por los lutieres y el propio artífice en la confección de los instrumentos utilizados en el Acto I; el segundo muestra un clip del show.
El creador desplegó en el Acto I un espectáculo donde la música, el teatro y el canto lírico se funden en una performance de fuerte carga emotiva y sonora. Para su construcción, Ferro se inspiró en instrumentos originarios de América Latina y en el carácter ritual de su uso, por ser "considerados como portadores de los misterios de la Naturaleza y trasmisores del sonido místico del universo", ya que la música era un elemento esencial en las celebraciones de los pueblos primigenios, donde por supuesto no faltaba la comida.
Estimulado por la idea, Adonis Ferro diseñó tres instrumentos que definió como Yugocordio (cuerda), Dracófono (percusión) y Tritubófono (viento). Para su realización acudió a lutieres del sello Guayabo.
En el Acto II: Quería olvidar el gris (políptico), desplegado en la planta superior del edificio colonial, el artista exhibe telas en las que da rienda suelta a la gestualidad, utilizando colores poco habituales para representar el paisaje; se trata entonces de una representación visual del silencio interior, la ausencia de sonido. En esta ocasión los espectadores pasean por un exterior fragmentado, pequeños espacios de un jardín secreto para un festín de los sentidos al que no están invitados.
En la misma planta otras dos salas acogen los Actos III y VI, obras que se entrecruzan en el performance El Banquete, realizado también durante la inauguración. La acción aconteció a puertas cerradas, el público no podía acceder a la estancia, aunque sí sentir la sonoridad del evento. Mientras se ejecutaba, el acto escénico era a la vez registrado por Pablo Villalobos y Joel Guerra con dos cámaras; la señal se emitía a tiempo real sobre dos paredes en la sala contigua. Ahora el suceso se puede visionar en formato audiovisual en las mismas paredes, dos versiones distintas del mismo acontecimiento: en una se nos muestran los detalles de la acción, en la otra se recogen planos generales del festín.
Adonis Ferro tiene la capacidad de movilizar a las masas en su favor o en su contra. Con este artista no hay punto medio; algunos siguen viéndole como un intruso irreverente, otros, en cambio, le son leales y esperan con ansia su próxima entrega. Dos años ha tardado en llevar a cabo la producción de DES-CONCIERTO 9. El Banquete, la cual podrá ser visitada hasta el 13 de junio. En la clausura se repetirá el performance del Acto I: ¡Ah! Hondas ganas. Quedan todos convidados, un acto de amor platónico les espera.