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Arte

La oficial 'La Jiribilla' acusa a Tania Bruguera de hacer 'proselitismo político' bajo supuestos propósitos artísticos

Niega que la artista haya sufrido persecución del régimen.

La Habana

La publicación cultural oficial La Jiribilla arremetió contra la artista Tania Bruguera en un artículo en que la acusa de hacer "proselitismo político" bajo supuestos propósitos artísticos.

La oficial La Jiribilla se pierde en una demostración, ejemplo tras ejemplo, de la antedicha tesis e intenta demostrar los límites entre arte y política e, incluso, definir qué es una performance o la propia artisticidad de una obra.

Califica de "provocación política —con fachada de arte—", la performance El susurro de Tatlin No. 6 que Bruguera no pudo realizar en la Plaza de la Revolución en 2014 y que consistía "en colocar un micrófono abierto para que los cubanos exigieran a viva voz sus derechos civiles".

La publicación oficial llega a acusar a Bruguera de haber sugerido a las personas de qué debían hablar: "los derechos humanos y la libertad de expresión en la Isla", como si no fueran estos temas los más silenciados por la censura y la autocensura impuesta por el totalitarismo cubano.

La Jiribilla se pregunta (y no irónicamente) "¿cuál era la metáfora o la alegoría en ese performance llamado El susurro de Tatlin?", como si no fuera bastante insólito dejar abierto un micrófono en una plaza desde la que durante más de cinco décadas cada palabra ha sido milimetrada y controlada por el oficialismo.

La publicación oficial continúa su arremetida contra la artista y niega que sufriera represión por su arte: "No se le permitió ejecutar (la performance) en la Plaza de la Revolución, y de inmediato otra vez estalló el despliegue mediático. Varios meses duró el rasgar de vestiduras por una artista supuestamente reprimida en sus derechos fundamentales, perseguida por la policía, y limitada en su libertad de expresión".

En aquel entonces, Bruguera fue detenida en varias ocasiones. Según la versión del régimen, fue arrestada "por resistencia y desorden".

En aquel entonces, enero de 2015, la artista renunció a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y devolvió la Distinción por la Cultura Nacional, que le fuera entregada en 2002.

La enumeración de La Jiribilla prosigue con la recaudación de fondos que realizó Bruguera en una web de crowdfunding y la creación en La Habana del Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR).

"El objetivo principal no es promover el arte, las intenciones son de un claro —y común— proselitismo político. Cuando nos dice que este instituto procura crear en Cuba un nuevo país —independiente y democrático— y vemos la devoción con que fue escogida su fecha de apertura" el 20 de mayo, día de instauración de la República en Cuba, prosigue La Jiribilla.

Asimismo, la publicación oficial cuestiona el dinero obtenido por Bruguera gracias a los donativos particulares de los micromecenas del mundo del crowdfunding.

Se queja, también, de cómo la artista usa una licencia de cuentapropista (trabajadora privada), profesora, "como subterfugio para crear un instituto, al margen de la institucionalidad vigente en el país".

La Jiribilla concluye su diatriba cuestionando el taller realizado por INSTAR en noviembre pasado: "¿Quiénes, y de qué nacionalidad, eran los extranjeros que participaron en el recién finalizado taller de INSTAR, según nos informa en su página personal de Facebook? ¿Con que tipo de visado arribaron estos al país? ¿Eran turistas? ¿Sus visados les permitías acreditarse en eventos y dictar talleres? En fin, cabrían tantas preguntas como recelos y suspicacias despierta con su oscuro proceder".

Bruguera es una reconocida artista cubana promotora del "artivismo".

Su arte le ha hecho acarrear la persecución del régimen. Ha sido detenida en varias ocasiones por su obras polémicas.

En enero de 2017 fue arrestada cuando intentaba llevar ayuda humanitaria a los damnificados del huracán Matthew.

El pasado 20 de diciembre fue detenida cuando intentaba asistir a la puesta en escena de la obra teatral Psicosis inspirada los sucesos de 2010 en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, popularmente conocido como Mazorra, donde murieron de hambre y frío 26 pacientes. En el monólogo se harían alusiones directas a Raúl Castro y se empleaban términos como "dictadura".

Bruguera es una artista reconocida internacionalmente. Cuenta con un Doctorado Honoris Causa de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago, obtuvo la Beca Guggenheim, el Meadows Prize (Dallas, EEUU) y el Premio Príncipe Claus.

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