El Pérez Art Museum de Miami (PAMM) inauguró el jueves En el horizonte, la primera de una serie de tres exposiciones para dar a conocer su colección de arte cubano contemporáneo, una de las más importantes de Estados Unidos gracias a una donación de su fundador, el empresario Jorge Pérez, reportó EFE.
Las tres partes del proyecto contienen tanto obras de artistas cubanos que viven en la Isla como de otros radicados en el extranjero, entre ellos Alexandre Arrechea, Carlos Garaicoa, Hernan Bas, Yoan Capote, Teresita Fernández, Enrique Martínez Celeya, Glexis Novoa, Zilia Sánchez y Julio Larraz.
En la exposición abierta están representados artistas como Antonia Wright, José Bedia, Juan Carlos Alom, Luis Cruz Azaceta, Tania Bruguera, Rubén Torres Llorca y Sandra Ramos, entre otros.
"Esta exposición es una celebración de una donación", señaló a EFE Tobias Ostander, el curador artístico del PAMM, sobre las más de 170 obras, entre lienzos, dibujos, fotografías, instalaciones y esculturas, que formaban parte de la colección particular del empresario y desde diciembre de 2016 son del museo.
Pérez también les entregó 15 millones de dólares para seguir aumentando la colección cubana y algunas de las obras en exhibición a partir del jueves han sido adquiridas con esos fondos.
"Todavía no es el MOMA y yo quisiera que fuera el MOMA. Nos queda mucho por hacer", dijo Pérez a EFE y recalcó que va a seguir contribuyendo a que el PAMM sea una referencia artística en el mundo, aunque ya es "reconocido" por la crítica.
El PAMM, que tiene su sede en un edificio de más de 18.600 metros cuadrados, obra de la firma de arquitectos suizos Herzog & de Meuron y situado a orillas de la bahía de Vizcaya, ha recibido en sus cuatro años de funcionamiento a más de un millón de visitantes.
Pérez, con negocios principalmente en el sector inmobiliario, dice sentirse "americano de descendencia latinoamericana". Nació en Argentina, su herencia familiar está en Cuba, estudió todo el bachillerato en Colombia, donde su familia se exilió, y asegura que se siente "como en casa" en cada uno de los tres países.
Su deseo es que toda su colección privada, no solo las obras de artistas cubanos, pase al PAMM, pero no quiere que se quede guardada en los almacenes del museo sino que esté "viva".
Lo que a partir del jueves se muestra en el museo son obras mayoritariamente de artistas vivos, pues a Pérez le interesan sobre todo los artistas jóvenes, descubrirlos y comunicarse con ellos.
Como coleccionista le parece "más creativo" y gratificante que buscar obra de artistas consagrados y ya fallecidos, a los que no puede conocer personalmente ni hablar con ellos sobre su arte, declaró a EFE.
Sobre el trío de exposiciones señala que "la comunión", "la comunicación constante", entre artistas cubanos de Cuba y de la diáspora, es "muy importante para que el arte y la cultura sigan progresando".
Ostender explicó que escogió el nombre de En el horizonte para la primera parte porque notó que había muchas obras de la donación en las que aparecían imágenes del horizonte, un tema que sugiere nostalgia del pasado y también futuro.
Es algo que refleja dos sentidos del tiempo muy diferentes, el que da la añoranza de lo perdido y el futuro como concepto presente en el lenguaje revolucionario, explica Ostender.
Haciendo abstracta la historia y Ansiedades domésticas son los títulos de las dos siguientes exposiciones sobre arte cubano contemporáneo en el PAMM.
El proyecto, que comprende también conversaciones y encuentros con artistas y un seminario sobre arte cubano contemporáneo, se va a desarrollar a lo largo de casi un año y va a dar lugar a un libro con fotografías y ensayos sobre las obras.
"Para Miami es un logro tener esta colección que refleja la importancia de la comunidad artística cubana en esta ciudad", aseveró Ostender.