Una pintura de Wifredo Lam, presuntamente confiscada tras 1959, está ahora a la venta por segunda vez en Miami luego de un litigio de propiedad, según informa The Art Newspaper.
Las dos partes litigantes llegaron a un acuerdo confidencial en agosto de 2016.
El coleccionista René Díaz de Villegas, quien salió de la Isla después de que Castro tomara el poder, había comprado la obra de Lam poco después de pintada.
Los herederos de Díaz de Villegas (Lourdes Gutiérrez, René Díaz de Villegas y Lydia Hoyo), que viven en Miami, sostienen que la pintura fue incautada por el Gobierno cubano sin el permiso del propietario en 1960, según informa Art Net News.
Sin Título (1955) reapareció justo antes de la apertura de la edición de 2015 de Art Miami, cuando la galería Cernuda Arte colocó un anuncio de que la pintura estaría en su stand en la feria.
Los herederos del coleccionista vieron el anuncio e informaron a Cernuda Arte que Díaz de Villegas era dueño de la pintura cuando Castro tomó el poder y nunca renunció voluntariamente al título.
"La pintura fue robada a la familia por el Gobierno cubano", escribió su abogado, Joseph P. Klock, en una carta a la galería en diciembre de 2015.
Afirmó también que la familia había estado buscando la pintura, que fue registrada como propiedad robada en el International Art Loss Register.
Dentro de las pruebas incluyó una fotografía del cuadro colgado en el comedor de la familia en Cuba en octubre de 1959.
La obra llegó a manos de Cernuda Arte por la vía del español Fernando Ruiz Pinilla.
Los abogados de Ruiz Pinilla sostienen que la familia Díaz de Villegas, antes de abandonar la Isla, donó la obra a la orden franciscana y al monasterio de San Antonio de Padua en La Habana.
Asimismo, agregaron que la pintura había permanecido con los franciscanos habaneros hasta que fue vendida en 1996 para financiar mejoras en el edificio del monasterio, incluyendo un ascensor que era necesario para los monjes mayores.
"Es una burla para el demandante sugerir que los cubanos que 'dejaron' Cuba por la inestabilidad política y creyeron que estarían de vuelta en poco tiempo, tuvieran el tiempo y la previsión para 'regalar' sus pertenencias al monasterio", señalaron los herederos de Díaz de Villegas.
Ruiz Pinilla, por su parte, demandó a los herederos de Díaz de Villegas en un tribunal estadounidense para que desestimaran la reclamación del cuadro.
En los documentos de la corte hay declaraciones juradas de dos monjes franciscanos que afirman que Díaz de Villegas donó la obra que fue guardada en el monasterio.
"La fecha exacta de la donación se desconoce porque los libros y registros originales del monasterio fueron destruidos después de que Fidel Castro declarara a la Revolución cubana comunista y expulsara a 80 de los 104 sacerdotes y abades a principios de los años 60", puntualizaron los abogados de Ruiz Pinilla.
Agregaron que una reconstrucción de los archivos confirmó que el cuadro era una donación.
En 1996, según los documentos de Ruiz Pinilla, los monjes vendieron la obra a Juan Carlos Izquierdo de Barcelona, quien a su vez la vendió a Ruiz Pinilla en España un año después.
Los abogados de Ruiz Pinilla explicaron que la reclamación de la pintura, dirigida a la galería de Miami, era una "calumnia" que haría difícil la venta del cuadro.
Las dos partes llegaron a un acuerdo confidencial en agosto de 2016, con Ruiz Pinilla aceptando pagar a la familia Díaz de Villegas una cantidad mutuamente acordada que no fue revelada.
La pintura, Sin Título (Suenos Arcabes), de 1955, apareció por primera vez en el mercado cuando se ofreció a la venta en Miami a finales de 2015.
Pero ahora, después del litigio, está a la venta de nuevo a través de la misma galería, Cernuda Arte.
El marchante Ramón Cernuda, un exiliado cubano, no reveló el precio de la pintura, pero se estima que está valorada en más de dos millones de dólares.
"Nunca ha habido una decisión de un tribunal de los Estados Unidos sobre el arte cubano que favorezca a los demandantes", puntualizó.
Cernuda hizo notar que este caso era inusual: "En mis 40 años de arte cubano, esta fue la segunda vez que me encontré con cubanos en el exilio buscando la restitución de obras de arte de un artista nacional", pues generalmente suelen ser obras europeas.
El hijo del pintor, Eskil Lam, que dirige la Asociación de Amigos de Wifredo Lam en París, que proporciona certificados de autenticidad, señaló que Sin Título (Suenos Arcabes) "es auténtica".
"Cualquier persona que consiga una obra de Wifredo Lam con procedencia de Cuba debe ser extremadamente cautelosa", advirtió Eskil Lam.
Las relaciones entre La Habana y la familia Lam fueron dañadas cuando el Gobierno se apoderó de los contenidos del estudio capitalino del pintor.
La familia Lam todavía considera esas obras como de su propiedad.
"Estamos tratando de encontrar una solución, tratando de tener conversaciones con ellos, aunque es difícil", lamentó Eskil Lam.
Cansado de los reclamos de la familia, el Gobierno cubano no prestó ninguna obra a la exposición itinerante de Lam en la Tate Modern del pasado enero, coorganizada por el Centro Pompidou de París y el Museo Reina Sofía de Madrid.