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PINTURA

'The Paris Review' dedica su portada a Mario Carreño

Exponente de la abstracción y del arte concreto cubano que definía como 'un corolario estético de las necesidades históricas y espirituales de nuestro tiempo'.

Nueva York

La revista literaria The Paris Review en su número de invierno ha homenajeado al pintor cubano Mario Carreño. Su obra "Sin título, composición" (1956), una pintura geométrica, es la portada de esta entrega, informa en su web.

The Paris Review, una de las publicaciones más prestigiosas del mundo anglosajón, se refiere a este cuadro como de "tranquilos naranjas, sombríos rojos y azules de profundidad marina" contenidos en rectángulos, triángulos y cuadrados. "Sin título" prefigura la abstracción de los años 60 y 70, así como las obras de artistas como Günter Fruhtrunk y Geneviève Claisse.

Este cuadro estuvo en exhibición en febrero pasado en la exposición Concrete Cuba, de David Zwirner, sobre el arte concreto insular, que recogió la obra de 11 artistas cubanos de los 50.

Los artistas, formalmente conocidos como los Diez Pintores Concretos, convergieron para articular "el arte concreto dentro de un contexto cubano", como escribió Abigail McEwan en el catálogo de la muestra. El concretismo fue un movimiento abstracto de principios del XX que postulaba la liberación del arte de cualquier asociación con la realidad y enarbolaba el valor de "concreción" per se de las líneas y los colores.

Carreño desde temprano se posicionó, además de como pintor, como teórico del movimiento. En la revista Noticias de arte, publicó varios artículos teóricos como "La moral en la pintura abstracta", en el que introdujo el concepto de arte concreto cubano: "un corolario estético de las necesidades históricas y espirituales de nuestro tiempo".

Los concretos y esta pintura, en particular, forman parte de un ideal utópico. Uno de los Diez, Pedro de Oraá, escribió una vez en una historia del grupo que se sentía un romanticismo intenso en el proyecto: el espíritu de los concretos hervía de esperanza e imaginación.

La Cuba de la década de 1950 fue presa de la efervescencia y el tumulto prerrevolucionario. Carreño y sus contemporáneos querían ofrecer "una nueva forma de compromiso político y social" a través de su trabajo; pero en lugar de crear visiones para un nuevo sistema, sus pinturas resumieron la idea de la utopía en sí, a través del color y la línea.

Ellos concibieron su arte más como una pregunta: ¿Qué podría ser nuestro país? ¿Qué debería ser?

Nacido en La Habana en 1913, Carreño ganó un concurso de dibujo organizado por el periódico El Mundo, cuando solo tenía nueve años (algunos comentaristas escribieron que el joven artista precozmente evocó al pintor francés Henri de Toulouse-Lautrec). A los 12 años, ingresó en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de San Alejandro, convirtiéndose en una especie de prodigio. Viajó por todo el mundo y presentó su primera exposición individual en Nueva York cuando tenía 26 años.

Carreño vivió sujeto a esos vaivenes históricos de la Isla. En 1932, "la policía secreta" de Gerardo Machado allanó la casa natal del pintor, quien tuvo que marcharse a España hasta que estalló la guerra civil y tuvo que trasladarse de nuevo a Cuba, pasando antes por México, donde permaneció unos meses. 

Entró y salió de la Isla varias veces, hasta que en 1944 se mudó a Nueva York donde permanecería casi una década. Su trabajo durante estos años fue moviéndose desde el expresionismo hasta la abstracción. Tránsito evidente en sus dos obras tituladas "El cortador de caña de azúcar": una de 1943 y otra de 1948. En la última de las dos, la figura humana se va volviendo solo piel y huesos, restos de objetos y manchas de pintura que recuerdan a Kandinsky.

En los años 50, Carreño llega a la plenitud abstracta y a la precisión matemática, constatable en piezas como "Sin título". Según McEwan, esta es una de las primeras obras concretas de Carreño, que transmite una nueva claridad estructural, "en el que un suelo texturado y rectilíneo de ocres, naranjas y marrones se superpone con un patrón de formas sincopadas".

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