Back to top
Entrevista

La cultura material del niño en Cuba, en Nueva York

Maria Antonia Cabrera prepara una exposición de objetos infantiles de las tres primeras décadas del socialismo cubano.

Nueva Jersey

Converso con María Antonia Cabrera, autora del blog Cuba Material, sobre la exposición Pioneros: Building Cuba’s Socialist Childhood, que tendrá lugar del 16 al 30 de septiembre de este año en las galerías Arnold and Sheila Aronson de Parsons The New School for Design, en Manhattan.

¿En qué consiste el proyecto Pioneros: Building Cuba’s Socialist Childhood?

Pioneros… es una exposición de objetos relacionados con la niñez, entendida esta como el periodo que abarca desde el nacimiento hasta la entrada en la adolescencia o juventud. Los objetos que se exhibirán circularon (es decir, se importaron, produjeron, comercializaron, inventaron, e incluso contrabandearon) en Cuba durante los años 60, 70 y 80. Estos objetos se expondrán junto con imágenes y recreaciones de espacios y situaciones característicos de la cotidianidad de los niños cubanos durante las tres primeras décadas del régimen de socialismo de Estado en Cuba.

La exposición contará también con una selección de música infantil del periodo; un "paquete" audiovisual de dibujos animados transmitidos en aquellos años por la televisión cubana, que actualmente circula en Cuba de manera semiclandestina, y fotografías de la época en las que se muestra la vida cotidiana y el universo material de los niños, proyectadas junto con algunos otros materiales audiovisuales relacionados con la niñez.

Completan y actualizan la muestra una serie fotográfica del artista Geandy Pavón, en la que se recrean, en espacios o escenas contemporáneas creadas ad hoc, algunos de los objetos exhibidos, ofreciendo así una nueva lectura de éstos.

Pioneros… se exhibirá entre el 16 y el 30 de septiembre en Nueva York, en la Arnold and Sheila Aronson Galleries de Parsons, The New School for Design. Fue un proyecto seleccionado en un proceso competitivo convocado por el Sheila C. Johnson Design Center de esta institución académica. El proyecto cuenta, además, con el aval y financiamiento parcial del premio a la innovación social "New Challenge" otorgado también por la New School.

Además de la muestra expositiva, se ha programado una serie de eventos o actividades colaterales. Entre ellos, un taller de creación con niños de entre 8 y 12 años de edad; la proyección de un documental, seguido por una sección de preguntas y respuestas con su creador, y un panel sobre las experiencias de vida de los niños en los años 60, 70 y 80 en Cuba, Europa del Este y la URSS. En este último caso, se tratará de repensar la niñez a partir de experiencias comunes vinculadas con un mundo material específicamente diseñado para "construir" esa figura de ingeniería social que es el "hombre nuevo".

Debo agregar que Pioneros… no es un proyecto personal. En él también participa la curadora Meyken Barreto, quien junto conmigo ha concebido la exhibición y algunas de sus actividades colaterales. El artista Geandy Pavón ha estado vinculado al proyecto desde un inicio. Sus fotografías son, no solamente obras de arte que, en tanto producto estético, embellecen la muestra, sino también, sobre todo, testimonio antropológico actualizado en el presente del exilio.

Tú mismo coordinas el evento cinematográfico, y Jacqueline Loss, quien lleva tiempo trabajando la presencia soviética en Cuba, moderará el panel de testimonio. Emilio García Montiel se encargará de la curaduría musical, parte de un proyecto de mayor envergadura que lleva tiempo "cocinando".

He mencionado solamente a los colaboradores que tienen parte activa en la concepción del proyecto, pero también contamos con la contribución de familiares, amigos, conocidos; los lectores de mi blog Cuba Material y de la página de Facebook de Pioneros…, que nos han enviado fotografías personales, nos han donado o prestado objetos de sus colecciones privadas, y, por supuesto, también contamos con la generosidad de muchos que han ayudado a financiar el proyecto a través de la página de crowdfunding Indiegogo.

La campaña de recaudación de fondos todavía sigue abierta, así que de antemano agradezco a todos los que puedan colaborar con la exposición, cualquier ayuda será esencial para llevarla a buen término.

¿Cómo se inserta Pioneros… en tu proyecto de mayor alcance Cuba Material y con tu investigación para tu tesis de doctorado?

Pioneros… justamente se deriva de mi tesis doctoral y de lo que constituye su lado público, el proyecto Cuba Material. En mi tesis me propongo estudiar la relación entre la cultura material y la política en el socialismo cubano, específicamente en los diez años que abarcan los dos primeros planes quinquenales que siguieron a la institucionalización del socialismo en Cuba, periodo que también se conoce como de socialismo real o de sovietización del socialismo cubano.

La historiografía cubana no solamente ha carecido de estudios culturales basados en la cultura material (téngase en cuenta que, con excepción de los trabajos de Ismael Sarmiento Ramírez, enfocados en el periodo colonial, no existe apenas ninguna otra aproximación a la historia cubana específicamente enmarcada en este paradigma de investigación social). Esta historiografía también se ha visto afectada por la carencia de investigaciones enfocadas en el periodo de máxima sovietización en Cuba, producto de las propias dinámicas de control y censura estatal que han limitado, y aún limitan, el acceso a fuentes primarias por parte de investigadores no vinculados a instituciones estatales, al tiempo que esas mismas dinámicas restringen la circulación de los resultados de muchos de los estudios emprendidos por estas instituciones, casi todos de carácter confidencial.

Para sortear estos obstáculos, y previendo las dificultades que hubiera tenido que enfrentar para obtener un permiso de investigación en Cuba (tratándose, en mi caso, de una investigadora emigrada con un proyecto con una clara proyección política), decidí crear el blog Cuba Material como mecanismo de obtención de información y datos primarios para mi investigación. Cuba Material, sin embargo, derivó en un archivo y yo en una coleccionista.

Puesta a recopilar anécdotas, imágenes, noticias y datos sobre los objetos y espacios que caracterizaron el socialismo cubano, me di cuenta de que no existía un archivo, físico o virtual, donde, no solo investigadores, sino también escritores, cineastas, curiosos y coleccionistas, pudieran conocer los objetos con los que convivimos quienes crecimos o vivimos en Cuba por aquellos tiempos. Esto es particularmente crítico, porque la cultura material de las tres décadas de socialismo de Estado en Cuba —me refiero a los años de Guerra Fría y de existencia del campo socialista— está desapareciendo con bastante rapidez y lo hará aún más en los próximos años.

Los cubanos están, lógicamente, ansiosos por cambiar sus muebles, que en muchos casos datan de la década de los años 50, sus electrodomésticos socialistas, sus adornos de la EMPROVA o las Industrias Locales, y en unos años poco quedará de ellos. Ya no puede encontrarse, por ejemplo, un refrigerador Minsk, pues fueron recogidos hace poco tiempo por el Estado cubano.

De esa necesidad de dar fe, de preservar para el futuro y para los contemporáneos ese modo de vida socialista y al mismo tiempo cubano, surgió la exposición Pioneros… y se fue perfilando el vínculo entre mi proyecto académico y el archivístico-coleccionista.

¿Cuáles son las ideas o conceptos centrales que guían la curaduría de Pioneros: Building Cuba's Socialist Childhood?

Como te decía, el proyecto es co-curado con Meyken Barreto. Básicamente, nos interesa comunicar el rol de los objetos del espacio doméstico y escolar; de los objetos que participaron en actividades lúdicas o de enriquecimiento personal; en la moda y en la alimentación, entre otros; en general, en la incorporación de los niños a la sociedad socialista y al orden político que la estructuró en Cuba.

Museográficamente, hemos concebido la exposición como un viaje en el que el espectador puede seguir el desarrollo del niño, desde su nacimiento hasta su paso a la adolescencia, a través de un recorrido por el universo material con el que interactuó. Asimismo, hemos dedicado un segmento al proyecto fotográfico de Geandy Pavón, creado especialmente para la muestra.

¿Por qué escoger la infancia y los niños durante los años 60-80 como centro para la exposición?

En un inicio había pensado en exponer toda la cultura material socialista, o todo lo que pudiera recopilar de esta, algo así como una mímesis de Cuba Material, pero por entonces no tenía la menor idea de curaduría. No es que ahora la tenga, pero las conversaciones que he tenido con Radhika Subramaniam, directora del Sheila C. Johnson Design Center de Parsons, y con Meyken Barreto, co-curadora del proyecto, me han convencido de la conveniencia de elegir un tema más especifico que dé coherencia a todo el conjunto.

El universo material de los niños me pareció un buen tema, no solamente porque la niñez de casi todos los cubanos que hoy viven en Cuba, y de muchos de los que hoy pensamos a Cuba desde cualquier otro lugar del mundo, transcurrió en una cotidianidad marcada por estos objetos, sino sobre todo por el interés que el régimen político cubano prestó a la infancia, entendida como cantera del futuro "hombre nuevo" socialista.

En cuanto al marco temporal, se trata de un periodo que, como te decía, ha sido en general poco estudiado, y cuya materialidad, en particular, se ha ignorado. Esta materialidad, sin embargo, resulta significativa, pues estuvo definida por nuevos discursos modernizadores y utópicos que, como los objetos mismos que los representaron, hace más de dos décadas que comenzaron a envejecer y desaparecer. Yo misma he botado objetos que ahora quisiera exhibir o conservar, marcados por el peso ideológico de la última de las utopías de la modernidad.

¿Cómo definirías a grandes rasgos la cultura material de la infancia en Cuba durante esos años?

Si tuviera que resumirla, diría que está marcada por la politización del espacio doméstico y por la consiguiente intervención del Estado en la esfera privada, en tanto parte de un proceso masivo de socialización política del que no está exenta la niñez. Se trata de una cultura material que, al igual que la Campaña de Alfabetización o la Escuela "Ana Betancourt", permitió la intromisión del Estado en la vida doméstica, que por este motivo perdió privacidad. En consecuencia, la familia perdió parte de su autoridad e influencia en la educación de las generaciones más jóvenes.

"Pionero", por mencionar un ejemplo central a este proyecto, se convirtió no solo en una categoría que definía a los miembros de una organización política de masas, la Unión de Pioneros de Cuba (UPC), luego nombrada Organización de Pioneros José Martí (OPJM), a la que podían o no pertenecer los niños entre primer y noveno grado (de hecho, en un inicio la membresía era digamos que selecta y, cuando se tornó masiva, ciertos individuos o minorías no integradas al proceso político, como fue el caso de los Testigos de Jehová, se negaron a pertenecer a esta organización), sino que también se convirtió en marca comercial de bienes de consumo que iban desde gomas de borrar hasta radiorreceptores domésticos, de cuya ubicuidad resultaba mucho más difícil substraerse.

¿Es diferente o similar esta cultura material a la de otros sectores de la población cubana, ya sea por edad o por otros criterios?

La cultura material de la infancia, en cualquier sociedad, tiene sus particularidades, derivadas principalmente del componente lúdico que caracteriza a esta etapa de la vida, y la cubana no es una excepción. Sin embargo, comparte con la cultura material de otros sectores de la población cubana un elevado grado de politización, derivado de la penetración estatal en el espacio doméstico. Una y otra se encuentran caracterizadas, además, por la precariedad, asociada con el racionamiento y la escasez, y la multirreferencialidad estética y funcional, derivada de las diversas procedencias de los objetos que componen el universo material cubano, en el que conviven objetos de la era presocialista, heredados del pasado capitalista; objetos producidos por las economías socialistas (cubana o de cualquier otro país del bloque), y objetos del mundo capitalista contemporáneo importados por individuos que viajaban al exterior, principalmente funcionarios, o por turistas.

Quiero anotar también que, a diferencia de la cultura material del adulto, se observa en la cultura material relacionada con la infancia en Cuba un mayor grado de igualitarismo y homogeneidad. La granjita, uno de los juguetes exhibidos en la muestra, y uno de los más sofisticados (se trata de un juguete fabricado en Hong Kong que cuenta con 103 piezas), pertenecía a una niña de La Habana. Este mismo juguete se observa en la foto de cumpleaños de un niño de Victoria de las Tunas. Lo mismo puede decirse de los libros de texto, de ficción, los muebles escolares, la bandeja de los comedores escolares, los lápices, la ropa, etc., con los que casi todos los niños cubanos o que vivieron en Cuba podrán identificarse, algo un poco menos frecuente en la cultura material del adulto, donde se observan mayores diferencias entre La Habana y el resto del país, y mayor variedad en cuanto a las soluciones y respuestas con que los individuos asumieron su época y se acomodaron o enfrentaron al orden político en que les tocó vivir.

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.