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Artes visuales

Aquí se tatúan obras de arte

Un estudio-galería en La Habana busca incluir el tatuaje dentro del panorama artístico contemporáneo.

La Habana

El 30 de enero de 2015 se inauguró en La Habana el estudio-galería  La Marca. La primera galería de arte corporal habanera abrió sus puertas con una exposición de carteles de diseñadores cubanos bajo el título de Dulce dolor, carteles tatuados, dedicada a la especialidad del lugar: los tatuajes.

La Marca, proyecto del artista Leo Canosa y de Ailed Duarte, se propone hacer que esta costumbre milenaria recupere su lugar dentro del panorama artístico contemporáneo. Para ello cuenta con un equipo de jóvenes profesionales. Mauro Coca, David Pérez Laza y el propio Leo Canosa son los tatuadores. Roberto Ramos Mori, diseñador, es el artista invitado que, además, lleva la galería de arte y la curaduría de las exposiciones. Dione Lugones y Ailed Duarte complementan el trabajo de relaciones públicas y dirección, mientras que la periodista martamar77 colabora con la promoción.

El proyecto vincula también a un grupo de artistas y diseñadores que prestan su apoyo y experiencia. Nació como un proyecto independiente y pretende seguirlo siendo. "Esta es la casa particular de Leo", explica Dione Lugones, "y aunque tenemos las mejores relaciones con la Oficina del Historiador, no pertenecemos a ella". Tampoco su presupuesto ni los materiales de trabajo son suministrados por ninguna institución, todo lo proveen los propios artistas.

Tatuarse se ha hecho en los últimos años una práctica bastante común en la ciudad. Aunque se asocia mayormente con los jóvenes, ya no es ajena para las personas de todas las edades.

Durante años la mayoría de los cubanos, desconocedores de la historia de este arte, valoraban el tatuaje como "cosa de presidiarios y marineros", estigma que ha ido desapareciendo entre las nuevas generaciones. Sin embargo, en un artículo publicado en el periódico Tribuna  el 15 de marzo pasado, un psicólogo entrevistado por la periodista asevera que quienes se tatúan "lo hacen con tal de transgredir lo socialmente aceptado", demostrando que no tiene ni idea de por dónde anda nuestra sociedad. Hoy día, tatuarse puede ser una moda, muchas personas lo hacen "porque es lindo" o "porque se usa". Pero para que no sea una moda vacía de significado trabajan los artistas de La Marca.

"No trabajamos por catálogo", explica Dione. "El cliente tiene que venir y sentarse con el artista, mínimo dos veces". Una vez que el cliente ha explicado lo que quiere, comienza el trabajo de diseño del dibujo, que demora en dependencia de la complejidad. El resultado es que cada tatuaje es único y, por tanto, especial.

"Cuando viene alguien que no sabe muy bien lo que quiere hacerse, conversamos con él", cuenta David Pérez. Un tatuaje es para toda la vida, así que parte de su trabajo es que el cliente esté completamente seguro de lo que se quiere hacer. "Yo mismo no me he hecho ninguno porque no es una decisión sencilla".

En cuanto a la seguridad y la higiene, en La Marca son estrictos.

"Aquí se siguen las normas internacionales", asegura Leo. Utilizan pigmentos naturales, agujas desechables y guantes. Tienen un cuarto de esterilización con todos los implementos necesarios, donde trabaja una persona con la experiencia imprescindible. Los sillones y mesas de trabajo son minuciosamente esterilizados y cada espacio, bien iluminado, posee cortinas para aislar de la vista al cliente que así lo requiera.

A pesar de estar ubicados en un área turística y de estar enfocados al turismo extranjero, la mayoría de las personas que buscan tatuarse en La Marca son cubanos. "Nuestro estilo de trabajo no permite que alguien que venga por solo unos días tenga el tiempo suficiente. Claro que hay clientes extranjeros, pero son los menos", comenta Dione.

El estudio, aunque recién estrenado, ya se inserta en la vida cultural de la ciudad. En marzo será sede de la Bienal de La Habana, durante la cual acogerá al artista mexicano conocido como Doctor Lacra, quien dentro de su obra plástica ha dedicado espacio al tatuaje. El encuentro, coordinado por el Centro de Arte Wifredo Lam, devendrá taller con tatuadores y diseñadores cubanos.

"A largo plazo, queremos funcionar como un laboratorio artístico que esté abierto las 24 horas", dice Dione.

Y no es una idea para nada descabellada. Por lo pronto, es un placer entrar en la galería y ver las obras expuestas, sentarse en uno de los pequeños asientos cuadrados o husmear mientras Mauro pinta con plumones el boceto de lo que será un elefante en el antebrazo de un cliente, Roberto revisa unos dibujos en la computadora o Leo prepara su sillón de trabajo.


Estudio-galería La Marca (Calle Obrapía 108 C, entre Oficios y Mercaderes, La Habana Vieja, teléfono: 537-8638026).

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