Una pareja de migrantes cubanas vive en tiendas de campaña en la ciudad francesa de Estrasburgo porque, según relataron, en la Isla sufrían rechazo por ser homosexuales, reportó la cadena de radio France Blue.
La mayoría de los habitantes del campamento improvisado son extranjeros legales. Se trata de personas que tienen tarjetas de residencia o títulos de refugiados, pero que no encuentran alojamiento, ni siquiera de emergencia. Si hace dos semanas solo había dos o tres tiendas de campaña, ahora viven 80 personas en una estrecha franja de hierba, entre la carretera y el río, en un terreno en pendiente muy peligroso para los niños.
Una de las cubanas fue identificada por France Blue como Flores. "Sí, llamé varias veces al 115 (número ofrecido por las autoridades para ayudar a estas personas)", dijo la joven, que ni siendo refugiada obtuvo algún alojamiento.
"Una de las razones por las que salí de Cuba es que en mi país no se aceptan homosexuales. Por eso nos fuimos mi esposa y yo", explicó la cubana. Flores no esperaba que en Estrasburgo existieran tantas dificultades para obtener ayuda a pesar de su título oficial de refugiada.
Estas tiendas de campaña han vuelto a aparecer en Estrasburgo después de cuatro evacuaciones realizadas en la Plaza de l'Etoile hace poco más de un año. Una treintena de personas están instaladas actualmente en el parque Glacis, pero también hay una treintena en el muelle del Mayor Dietrich, al norte del distrito de Neustadt.
Algunos médicos extranjeros habrían hecho un censo de las personas hacinadas en esas tiendas y un cardiólogo habría asistido a varios. Al menos cuatro de los acampados tienen graves problemas de salud.
"Vengo de Armenia. Viví en Georgia. Vine a Francia porque mi marido tiene esclerosis múltiple. Tenemos un problema de vivienda. Desde hace 34 días vivo en una tienda de campaña con mis dos hijos", explicó Ángela, una joven armenia en situación legal que estuvo alojada en un departamento hasta el 31 de agosto.
"Es duro, llevamos más de un mes en la tienda. Empieza a hacer frío. Antes tenía que ir a la plaza de la República a buscar agua", dijo Serguei (11 años), el hijo mayor de Ángela.
Entre las tiendas hay muchos niños y adolescentes que juegan, dibujan o comen en el suelo en condiciones extremadamente precarias. Entre ellos se encuentra Zeina, una niña siria de 13 años que estudia el tercer grado. La menor llegó con su familia a Estrasburgo a finales de agosto después de pasar varios años en Guyana. Ella y sus familiares no ha podido encontrar alojamiento.
"No podemos alojarnos, aunque estamos en una situación regular. Fuimos a ver varias asociaciones, pero todas dicen que tenemos que llamar al 115. Es bastante complicado, para gente del colegio como nosotros, para mi pequeño hermano de siete años, pasamos por muchas dificultades todos los días", dijo la adolescente.
Para todos los que permanecen en esas casas de campaña el problema es el mismo: conseguir una vivienda. "Hay georgianos, armenios, sirios, una pareja LGBTI perseguida en Cuba que vino a refugiarse en Francia y que tienen reconocimiento, muchos enfermos. Incluso aquellos que pueden trabajar no tienen solución", lamentó Noureddine Alouane, del colectivo de trabajadores sociales Agissons 67.
El ayuntamiento de Estrasburgo ha presentado una orden provisional para solicitar a la prefectura que proporcione alojamiento a las personas que viven en tiendas de campaña en el parque Glacis y en el muelle Dietrich. La audiencia es el 20 de octubre para este último campamento. Mientras tanto, las autoridades han instalado un punto de agua y sanitarios.
Otra prueba que la gente ya no huye de Cuba por la Dictadura, prefieren inventar un pretexto de moda hoy día, en Cuba el tortillerismo hace muchísimos años fue aceptado, deben inventarse otra cosa; tuvimos hasta una cantante del oficialismo, la leñadora Sara González,, recuerdo que hubo un club de lesbianas del Comité Central que todas andaban en escarabajo VW, amiguitas de Albita (la hija de Pipo y Mima). Qué hagan otro cuento.