La decisión del Gobierno de Nicaragua de establecer el "libre visado" para los cubanos ha venido como "anillo al dedo" a miles que desde hace meses esperaban la apertura de vuelos hacia los países latinoamericanos para iniciar la ruta migratoria hacia Estados Unidos. Y mientras más cerca de México esté la primera parada del camino, mejor.
"Yo estaba medio indecisa de pasar el Darién ese (la selva entre Colombia y Panamá), donde han muerto tantos cubanos. Por Nicaragua la cosa es diferente. Sigue siendo riesgoso, pero menos, y cuesta menos la jugada", dice Yisel, una holguinera residente en Mayarí.
"Tengo 23 años y no puedo seguir perdiendo tiempo aquí en este país, como les pasó a mis padres. Esto cada vez está peor, hay que irse rápido, antes de que la cepa nueva esa que anda por ahí (de Covid-19) joda la cosa. Ojalá me dé tiempo, ya solo me queda por vender algunas ropas, la bicicleta y un reloj, para no ir muy floja de dinero, y lo demás por el camino me lo presta una amiga que vive en Texas", añade.
Ángel, otro holguinero, lo tiene más difícil porque depende de vender su vivienda. "La tengo en venta desde hace más de un mes y ya he recibido ofertas, pero muy inferiores a lo que pido", explica. "La gente quiere coger gangas ahora porque sabe que todo el mundo está apurado por irse, temen que Nicaragua cambie de idea con la desbandada. Pero si bajo mucho, me veo apretado con el dinero en el camino y me enredo".
Ricardo ha tenido más suerte, acaba de vender su motorina para comprar el pasaje. "El resto me lo va a pagar mi hermano desde Estados Unidos. Él me ayuda en todo aquí, pero esto está tan malo que ni con el dinero aparece lo que necesitas. A veces puedes ofrecer lo que quieras y no encuentras las cosas".
"Hay que irse de esta mierda porque te pones a darle cráneo a la situación y terminas tirándote para la calle, y ahí se complica el inning. Te machacan y terminas trancao. Mi hermano me conoce, sabe que se me calienta la cabeza, y por eso quiere que me vaya con él hasta que un día esta tormenta pase y Cuba sea normal. Ojalá llegue eso, porque no es fácil lo que se vive aquí", agrega.
Desde el anuncio, el pasado 22 de noviembre, del libre visado para viajar a Nicaragua desde Cuba, muchos cubanos han opinado por las redes sociales y en los medios independientes que con seguridad ha sido un acuerdo del Gobierno cubano con su socio nica. El objetivo no sería ayudar a nuestros migrantes, porque no es práctica común del Gobierno comunista de La Habana ocuparse ni preocuparse por sus ciudadanos una vez que han salido del país con planes migratorios.
Las opiniones son variadas, pero la mayoría apunta a que, o el Gobierno desea evitar los incómodos titulares sobre muertes y vicisitudes de los migrantes cubanos en suelo colombiano, y especialmente en la peligrosa selva del Darién, o ha acordado con Managua una válvula de escape. Con ello, consigue aliviar la presión dentro de la Isla, donde el descontento ya produjo protestas sin precedentes en julio pasado. Y, a fin de cuentas, el Gobierno nicaragüense sabe que los cubanos no quieren quedarse en su territorio, sino seguir camino hacia Estados Unidos.
Todo es cierto. Cuba el gobierno cubano desde fidel Castro funciona como un manómetro social y cuando el pueblo está por explotar por su incapacidad para resolver los problemas porque ya nadie cree en el cuento del bloqueo o saca comida de sus reservas militares o propias del comandante o de raul y reparten para aminorar el odio de la población hacia sus gobernantes o toma alguna bandera para facilitar la emigración y que queden solo los manejables o intimidanles como en el 80 el 94. Ahora Nicaragua está ayudándolos a sabiendas que nadie se le ocurre huir de una dictadura para entregarse a otra con historias de matanzas en la población.
La pregunta del millón: ¿Cuál infierno es peor, el de Cuba o el de Satanás?
Si Fidel fue para el de Satanás, ese está peor
Que lamentable