El Gobierno cubano y la Unión Europea (UE) celebraron este viernes en La Habana el II Diálogo Político sobre la Imposición de Medidas Coercitivas Unilaterales, reporta EFE.
Una delegación de la UE, encabezada por la jefa de la División de México, América Central y Caribe del Servicio Europeo de Acción Exterior, Katja Afheldt, llegó esta semana a La Habana para el diálogo, precedido por encuentros con "empresarios" y "representantes de la sociedad civil" afectados por las sanciones estadounidenses.
El Gobierno cubano suele seleccionar o dar su aprobación a los participantes en esos encuentros.
"Es un tema de la mayor importancia para Cuba. En el último periodo se ha producido un recrudecimiento significativo de la aplicación del 'bloqueo' y de medidas similares de naturaleza hostil contra Cuba", subrayó al inicio de la reunión el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería cubana, Rodolfo Reyes, refiriéndose al embargo estadounidense y a las recientes medidas de la Administración Trump.
El diplomático agradeció el apoyo de los países europeos a la resolución que cada año presenta La Habana en Naciones Unidas para pedir el levantamiento del embargo, así como la posición de la UE en contra de la "aplicación extraterritorial" de la Ley Helms Burton y sus recién reactivados títulos III y IV.
Esas disposiciones que Washington mantenía congeladas desde 1996 permiten demandar en cortes de Estados Unidos a empresas y particulares que se estén beneficiando de bienes y propiedades confiscadas en Cuba por el régimen de Fidel Castro.
Ante la reactivación de esos títulos, el bloque europeo advirtió que defenderá "con todos los medios" a sus empresas con intereses en la Isla, incluyendo la aplicación del "estatuto de bloqueo", que prohíbe la aplicación en territorio comunitario de las sentencias dictadas en Estados Unidos sobre el título III, y permite a los demandados recibir indemnizaciones en tribunales europeos.
Tampoco se descarta una posible demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), una medida a la que la UE ya recurrió cuando se aprobó la Helms-Burton en 1996 y que no fue retirada hasta que Washington se comprometió a mantener en suspenso el citado título III.
La representante europea en la reunión de La Habana señaló, por su parte, que el tema de las medidas coercitivas unilaterales está más vigente que nunca y que los efectos extraterritoriales del embargo estadounidense "son ilegales y violan las reglas del comercio internacional".
"Desafortunadamente desde que nos reunimos la vez anterior (en Bruselas en noviembre de 2018) hemos visto una escalada del embargo vigente desde seis hace décadas", sostuvo Afheldt.
En las reuniones previas al diálogo institucional, los representantes de la UE consideraron que "el embargo no entiende la economía cubana", impone penurias económicas sobre el pueblo y tiene "efectos notorios" sobre la prestación de los servicios de salud a la población, relató la diplomática.
A juzgar por el reporte, no hubo mención a las restricciones y penurias que el Gobierno cubano impone a sus propios ciudadanos en materia económica.
Los efectos de la ley Helms-Burton ya se han hecho notar sobre empresas europeas como las hoteleras española Meliá, Iberostar y Barceló o la francesa Accor, que han sido demandadas en tribunales estadounidenses, aunque sin fallos judiciales por el momento.
Las conversaciones mantenidas este viernes forman parte de los cinco ámbitos de diálogo bilateral establecidos dentro del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que entró provisionalmente en vigor a finales del 2017 y que incluye los derechos humanos y el desarrollo sostenible, entre otros.
El encuentro se produjo poco después de que el Parlamento Europeo aprobara una resolución de condena al encarcelamiento del líder opositor cubano José Daniel Ferrer y exigiera su liberación.
El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación ha recibido fuertes críticas de opositores y organizaciones de derechos humanos porque en su negociación no se tuvo en cuenta la opinión de los opositores de la Isla, y esa situación ha continuado en su implementación.
Y Donald Trump hace garapiña con Cuba y con la Union Europea