Más del 75% de las carreteras de Cuba se encuentra en regular o mal estado, según datos del Ministerio del Transporte, que ha puesto en marcha un programa para frenar el deterioro, con énfasis en la Autopista Nacional y la Carretera Central.
La mayoría (39%) de las arterias de la Isla necesitan extensivo mantenimiento, mientras que el 37% está en condiciones "regulares", especificó este martes una nota del diario oficial Granma.
En un informe presentado al gobernante Miguel Díaz-Canel, autoridades del Centro Nacional de Vialidad destacaron que si bien en 2018 se repararon 9.800 kilómetros de "vías de interés nacional", estas cifras "no satisfacen las necesidades de la Isla".
Las malas condiciones de las carreteras cubanas han influido, aparte de las negligencias de los conductores y los desperfectos técnicos de los vehículos, en su mayoría con décadas de explotación, en el aumento de los accidentes de tránsito en Cuba. La Isla registró un promedio de 29 siniestros diarios en el primer trimestre de 2019, según cifras oficiales.
El año pasado, el incremento de las muertes por accidentes masivos de tráfico y el deterioro de las vías llevó a la prensa oficial cubana a exigir "agilidad" en la reparación de las carreteras, sobre todo la inconclusa Autopista Nacional, para evitar que siga siendo un "cementerio sobre el asfalto".
Según el Centro Nacional de Vialidad, hasta el 2030 se mantendrán como "inversiones prioritarias" las obras asociadas al desarrollo del polo turístico en los cayos al norte de la Isla y la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, el proyecto estrella del Gobierno cubano para captar capital extranjero.
También trabajarán en la señalización, el sellado de grietas, la pavimentación y la reparación de puentes y alcantarillas en la Autopista Nacional y la Carretera Nacional, las dos vías principales del país.
En total, la red de carreteras cubanas abarca 71.138 kilómetros, de los que 10.997 son de "interés nacional" y 2.303 caminos provinciales.
La Autopista Nacional, un megaproyecto iniciado en 1978 y concebido para atravesar Cuba de oriente a occidente, quedó interrumpido hace casi 30 años, cuando la desaparición de la Unión Soviética a inicios de la década de 1990 sumió al país en la peor crisis económica de su historia reciente.
Hoy conecta a seis provincias del oeste y el centro de la Isla, al tiempo que se mantienen en explotación algunos tramos del este, completados antes de la paralización de las obras.
Por su parte, la Carretera Central, considerada una de las maravillas de la ingeniería civil cubana, se terminó de construir en 1931 y recorre el país desde un extremo a otro a lo largo de 1.139 kilómetros.