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Emigración

El Pentágono construirá campamentos temporales para emigrantes en la frontera

Son para albergar adultos ya procesados por la Patrulla Fronteriza y entregados a las autoridades migratorias.

Washington

El Departamento de Defensa de EEUU anunció este miércoles que construirá seis campamentos temporales en las zonas fronterizas con México de los estados de Texas y Arizona, para albergar a un total de 7.500 inmigrantes indocumentados.

El Pentágono construirá los campamentos en apoyo y a petición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de la seguridad fronteriza y de la inmigración en el país.

Según cifras de esta agencia federal, entre el pasado 1 de octubre y hasta el 30 de marzo, se identificaron a más de 2.700 personas en la frontera con México que de manera fraudulenta afirmaron ser parte de una familia.

Será precisamente el DHS el que se encargará de gestionar los campamentos, según aclaró el Pentágono en un comunicado: "El personal militar no operará las instalaciones y solo erigirá las tiendas. Operar las instalaciones es responsabilidad del DHS", indicó EFE.

Además de construirlos, el Pentágono también cederá las tiendas de campaña para los campamentos, que albergarán a 7.500 indocumentados adultos ya procesados por la Patrulla Fronteriza y entregados a las autoridades migratorias.

"Este apoyo se brinda para ayudar al DHS a enfrentar la actual crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur", detalló el Pentágono.

Los campamentos estarán ubicados en Tornillo, Donna, Laredo, y Del Rio (Texas) y en Tucson y Yuma (Arizona), emplazamientos elegidos por el DHS.

La organización Human Rights Watch (HRW) ya denunció a principios de mayo la creación de centros de detención con tiendas de campaña para alojar a los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera sur con México.

HRW aseguró disponer de imágenes por satélite tomadas el 25 de abril que muestran la "rápida" creación de esos campamentos en puestos gestionados por la Patrulla Fronteriza en El Paso y Donna, ambas en Texas.

La frontera sur de Estados Unidos vive una oleada migratoria sin precedentes en la última década, que ha llevado a las autoridades fronterizas a reconocer que están desbordadas.

En abril, la cifra de migrantes detenidos tras cruzar la frontera superó los 100.000, en su mayoría familias centroamericanas, sobre todo guatemaltecas, que solicitan asilo en EEUU a su llegada.

El presidente Donald Trump insinuó el mes pasado que estaba sopesando liberar a "inmigrantes ilegales" en las llamadas "ciudades santuario" para castigar a sus enemigos demócratas en el Congreso por no actuar para solucionar los problemas en la frontera.

Por esa razón, autoridades del condado Broward y Palm Beach fueron alertadas por el Gobierno Federal de que más de 100 inmigrantes serían enviados por avión cada semana a sus condados, empezando dentro de unas dos semanas.

La medida se toma mientras un creciente número de cubanos se han sumado a los migrantes de Centroamérica y otras regiones que intentan llegar a Estados Unidos a través de la frontera con México, creando un hacinamiento de personas que esperan del lado mexicano su oportunidad para solicitar asilo.

La llegada de cubanos a la frontera ha sido en parte motivada por una mayor flexibilidad para viajar a Centroamérica y por el deterioro en las condiciones de vida en Cuba.

En días recientes, las autoridades estadounidenses han utilizado autobuses y aviones para transportar a los migrantes de zonas menos saturadas, como Colorado, para ser procesados.

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