El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, aseguró este martes que confía en que la próxima visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Cuba sirva "pasar página" y para establecer un acuerdo que permita mantener un diálogo político y económico bilateral similar al que ya tiene la UE, reportó EFE.
Ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, Borrell señaló que el viaje de Sánchez a Cuba los próximos días 22 y 23 "va a suponer un pasar página" de la política común europea impulsada por Madrid "que ha hecho mucho daño a las relaciones España-Cuba".
Esta será la primera vez en 32 años que un presidente del Gobierno español visite la Isla, donde tiene muchos intereses y ningún mecanismo diplomático para encauzar las relaciones.
Para Borrell, "es necesario adecuar nuestro marco de relaciones bilaterales" ya que actualmente existe un "gran desequilibrio entre la importancia de nuestros intereses y la carencia de instrumentos para defenderlos".
Así, ha planteado que la Unión Europea tiene un acuerdo con Cuba "que posibilita la existencia de un diálogo político en torno a los derechos humanos y a las cuestiones económicas".
"No tiene ningún sentido que la UE lo tenga y España no", dijo el ministro, quien ha apuntado que espera que "el viaje del presidente sirva para ponerlo en marcha".
En Cuba viven 140.000 españoles —que serán pronto 200.000 a medida que se resuelvan expedientes de petición de nacionalidad— y España es el tercer socio comercial de La Habana. Está a punto de ser el segundo, por delante de Venezuela y por detrás de China. También es el primer inversor, con 200 empresas presentes.
Antes de poner el foco en Cuba, Borrell argumentó que el Gobierno debe tener "relaciones con todos y cada uno de los países de Iberoamérica" y que no debe "excluir a nadie por razones ideológicas".
"Las relaciones diplomáticas no pueden basarse en distinguir quiénes son los buenos y quiénes son los malos", dijo el ministro. También dijo que su intención es mantener una "actitud dialogante y una presencia activa, pero también exigente y crítica".
Según destacó otro reporte de Europa Press, Borrell definió a Cuba como un "régimen autoritario", pero recalcó que no es "el único".
Defendió que el Gobierno cubano "no tiene un sistema de partidos", pero sí grandes progresos en sanidad y educación, y que está por ver en qué quedará la nueva Constitución cubana que está teniendo "gran participación ciudadana".
Sus palabras fueron recibidas con ironía por parte de Dionisio García Carnero, del Partido Popular, que le reconoció su "brillantez" para usar eufemismos con una "dictadura de 60 años".
Para Borrell, se trata de "llamar a las cosas de una forma que, sin desmentir lo que es, lo presenta de una forma menos conflictiva".
Figuras políticas y sectores de la oposición dentro y fuera de la Isla han demandado a Pedro Sánchez que defienda los derechos humanos en su agenda oficial en Cuba. También han reclamado encuentros con representantes de la sociedad civil independiente, pero hasta ahora Madrid ha evitado un pronunciamiento al respecto o sobre si pedirá o no la liberación de los presos políticos.