El papa Francisco envió una felicitación a monseñor Jorge Enrique Serpa Pérez, obispo de Pinar del Río, por sus 50 años de vida sacerdotal, un mensaje leído en una ceremonia en la Catedral de San Rosendo, donde ejerce sus funciones el religioso.
Según recogió la página oficial de la Iglesia Católica cubana, fieles de las comunidades de la diócesis, amigos, sacerdotes, algunos de los obispos diocesanos y eméritos de Cuba y el nuncio, Giorgio Lingua, se congregaron el sábado 14 de julio último para "agradecer el regalo de su vocación y pedir sobre él la gracia de la fidelidad y la confianza para continuar su servicio como pastor de esta grey".
La homilía fue predicada por monseñor Emilio Aranguren, obispo de Holguín y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Aranguren recordó mediante estadísticas la historia sacerdotal de la Isla desde hace más de 50 años, "enriquecida con los lazos de amistad que van surgiendo y que los convocaron a vivir la cercanía de unos con otros".
En tal sentido puso como ejemplo la reciente ordenación de Silvano Pedroso Montalvo al frente de la diócesis de Guantánamo-Baracoa, el primer obispo negro de Cuba.
Casi al concluir la celebración, Giorgio Lingua leyó el mensaje de felicitación que el papa Francisco envió al homenajeado.
"Fueron palabras emotivas en las cuales el Santo Padre resaltaba la labor desempeñada por el prelado como sacerdote y obispo y le transmitió la Bendición Apostólica", precisó la nota de la Iglesia Católica.
La Eucaristía concluyó con las palabras del propio Serpa, en las cuales recordó a quienes marcaron y apoyaron su decisión, desde el ejemplo recibido por sus padres en el seno del hogar, el testimonio de su párroco cuando se comenzaron a vislumbrar los primeros signos vocacionales y de todos los que han caminado junto a él durante estos años.
Terminó con un mensaje al clero: "Recuerden siempre que ser sacerdote, vale la pena".
Fue el padre Serpa el obispo que visitó al científico Ariel Ruiz Urquiola durante su ingreso en la sala de penados del Hospital Abel Santamaría Cuadrado de Pinar del Río, donde tuvo que ser ingresado en huelga de hambre y sed. La visita se realizó antes de ser liberado por el régimen con licencia extrapenal.
A finales de 2015, contrario al discurso oficial, incluso en contraste con la opinión del entonces cardenal Jaime Ortega, el prelado afirmó que en Cuba hay prisioneros políticos y que la Iglesia Católica había constatado que varios de ellos purgaban largas condenas. Para esos casos, dijo que había solicitado revisión y que no se cansaría de hacerlo.
Serpa Pérez ha criticado que el servicio religioso no llega a todas las prisiones por resistencia de algunos funcionarios o por la falta de sacerdotes.