Mailén Díaz Almaguer, la única sobreviviente del accidente aéreo del 18 de mayo pasado, "avanza con estabilidad en su evolución y recupera progresivamente el equilibrio orgánico", pero su estado "aún es muy grave", informó el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director del hospital universitario General Calixto García, donde permanece internada la joven de 19 años.
Según la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), Martínez Blanco dijo que, luego de más de un mes de tratamiento intensivo, Díaz Almaguer "asiste a la satisfacción de sus necesidades fisiológicas, tales como la alimentación, y ya es capaz de solicitar alimentos, manteniendo una buena integración de la esfera cognitiva y afectiva".
El funcionario dijo que la joven "lleva ocho días respirando espontáneamente, sin necesidad de equipos ni oxígeno suplementario".
"Se encuentra en franco proceso de reorganización de sus funciones vitales y adaptación a las nuevas condiciones", aunque "algunas de las lesiones aún requieren de soporte con el uso de medicamentos".
El doctor Martínez Blanco dijo asimismo que "se avanza en el control de la infección" que contrajo días atrás la joven y que esta se encuentra "orientada, en interacción activa con el medio, familiares y el equipo de profesionales a cargo de su atención".
Pese a las señales positivas y la respuesta favorable al tratamiento, "su estado aún es muy grave", aclaró el director del Calixto García.
Explicó que "algunas condiciones que constituyen riesgo potencial para la aparición de complicaciones tienen un mejor control" y "otras continúan bajo monitoreo y vigilancia debido a que su comportamiento es impredecible, por lo que su pronóstico es reservado".
El pasado 18 de mayo, el Boeing 737-200 en el que viajaba Díaz Almaguer hacia Holguín se estrelló poco después de despegar del aeropuerto José Martí, en La Habana, lo que causó la muerte inmediata de 110 personas.
Junto a la joven de 19 años sobrevivieron dos mujeres que murieron pocos días después en el hospital.
El avión, con 40 años de explotación, había sido arrendado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Damojh (Global Air), sobre la cual existían varias denuncias por irregularidades.
Incluso un experto de la aerolínea estatal cubana había recomendado años atrás no contratar "bajo ningún concepto" los servicios de Global Air.