Al amparo de la legislación cubana, todos los familiares de todas las víctimas del desastre aéreo ocurrido el viernes 18 de mayo, en el aeropuerto de La Habana, tienen derecho a reclamar compensaciones de los responsables del accidente.
En el caso de los pasajeros, tanto cubanos como extranjeros, solo podrán reclamarle a la compañía a la que pagaron el pasaje: Cubana de Aviación, que a los efectos legales es la única responsable de las muertes.
Cubana de Aviación incumplió sus obligaciones y promesas contractuales, porque al cobrarle a cada pasajero por el vuelo a Holguín, también le cobraron los costos por los servicios de seguridad y la protección de sus vidas.
Nadie puede reclamarle al Estado cubano o Gobierno cubano, o a "los organismos de la Administración Central del Estado".
Aunque todos sabemos que Cubana de Aviación es una empresa 100% estatal, para los efectos jurídicos, tanto nacional como internacionalmente, se trata de una entidad independiente, con responsabilidad jurídica autónoma y capacidad individual para enfrentar sus obligaciones legales y contractuales.
Se trata de un truco legal que le permite al Gobierno cubano tomar distancia de este tipo de reclamos, pero que no limita su facultad para disponer de las ganancias que la empresa genere.
La ley cubana establece para demandar estos casos un proceso civil ordinario por reclamación de daños y perjuicios, que es competencia de los tribunales provinciales (en este caso preferiblemente ante el Tribunal Provincial de Ciudad de La Habana), y que en segunda instancia se puede "casar" ante el Tribunal Supremo Popular.
No hay nada especial en todo esto, se trata de un proceso muy común y que se ventila con mucha frecuencia en los tribunales provinciales del país, tanto entre particulares, como entre particulares y empresas o instituciones estatales.
Aquí no entra el proceso penal, no hay competencia penal para dirimir una situación civil o contractual.
Subordinar este tipo de reclamos civiles a la acusación penal (si es que termina por acusarse a alguien), podría individualizar el caso y permitir a Cubana de Aviación lavarse las manos y redirigir todos los reclamos contra la persona que resulte sancionada o acusada de provocar el accidente.
Los afectados pueden iniciar ya sus demandas
Los afectados no tienen que esperar, ahora mismo pueden iniciar el proceso, sin necesidad de esperar el resultado final de la investigación.
El principio que rige este tipo de demanda es que Cubana de Aviación les ofreció un contrato que incumplió y provocó la muerte de su familiar, generando un daño irrecuperable que debe ser pagado.
Como pruebas bastan el certificado de defunción de la persona y copia del pasaje aéreo.
El resultado dañino no cambia si la culpa es de un mexicano o de un cubano. Las víctimas negociaron con Cubana de Aviación, la empresa dio las garantías y cobró por el servicio.
Si al final de la investigación termina culpándose a la compañía mexicana Global Air, o a alguna persona en particular, le corresponderá entonces a Cubana de Aviación demandar a los responsables, pero antes la compañía debe pagar a los perjudicados.
El momento procesal oportuno para presentar la demanda no tiene que esperar por el resultado de la investigación.
Los perjudicados deben contratar un abogado a un Bufete Colectivo y comenzar los trámites para entablar la demanda.
¿Qué hará Cubana de Aviación?
Cubana de Aviación tiene experiencia en enfrentar estas catástrofes y sabe cómo adelantarse a este tipo de demandas. En accidentes anteriores la compañía ha preferido ofrecer inmediatamente compensaciones a los familiares de las víctimas (tanto cubanas como extranjeras), para evitar las demandas.
Para poder mantenerse activa ante las instituciones internacionales de aeronáutica, Cubana de Aviación precisa tener un seguro vigente y con montos millonarios, para cubrir daños y perjuicios. Sin ese seguro no hay licencia operacional. También está obligada a responder por sus acciones u omisiones para mantener estas licencias y permisos. Así que bajo ningún concepto evitará hacerle frente a estas compensaciones. Mucho menos cuando resulta la única compañía de vuelos internacionales de Cuba, una exclusividad que no puede traspasar a un tercero.
Además, si como todo parece indicar, hay irresponsabilidad manifiesta en la compañía Global Air, que le arrendó el avión, la tripulación y el mantenimiento de la nave siniestrada, Cubana de Aviación tiene grandes posibilidades de cobrarles a ellos y recuperar todo el dinero que se vea obligada a pagar por demandas y compensaciones.
Pero como sucede siempre en Cuba, hay un doble rasero legal que perjudica a los nacionales y favorece a los extranjeros.
Las compensaciones a los familiares de las victimas extranjeras será en dólares. La de los cubanos en moneda nacional, con los devaluados pesos cubanos.
Algo paradójico porque al momento de reclamar a la empresa mexicana Global Air, Cubana de Aviación solo hablará de dólares y convertirá uno a uno (es decir equiparando en valor) los montos de los pagos en pesos cubanos a dólares norteamericanos.
Al final, el demandante cubano terminará con unos 20.000 o 30.000 pesos, mientras que el extranjero se puede llevar esa misma suma en dólares.
Quienes único pueden saltarse a Cubana de Aviación y demandar directamente a la compañía mexicana son los familiares de la tripulación del avión.
La tripulación no tenía ninguna relación contractual con Cubana de Aviación, son trabajadores directos de Global Air, identificado como "el armador" del avión. Por eso pueden demandar directamente en las cortes mexicanas a la compañía Global Air y reclamar el pago de compensaciones.
Existe la posibilidad remota de que un abogado mexicano consiga representar a los familiares de víctimas cubanas —y que trate de incluir sus reclamos como parte de esta demanda "mexicana"—, pero aunque en papeles es una posibilidad, es muy difícil que una corte mexicana acepte este tipo de reclamos por problemas de competencia y territorialidad.
Además, el Gobierno cubano, (esta vez sí "el Gobierno cubano"), está realizando una labor profiláctica de apoyo y consuelo a los familiares de las víctimas cubanas. Una antesala para acondicionar el ambiente y convencerlos de que acepten las exiguas compensaciones sin demandar o reclamar judicialmente.
Algo puedo adelantar antes de cualquier resultado: a los cubanos siempre les tocará bailar con la más fea.
