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VIVIENDA

Unas 209.861 viviendas continúan sin ser reparadas tras el paso del huracán Irma

Medio año después del paso del meteoro el panorama es de 60.975 derrumbes totales y 17.789 casas sin techos.

La Habana

El Ministerio de la Construcción (MICONS) informó este viernes que todavía continúan pendientes 209.861 de las 1.047.074 afectaciones dejadas en el sector de la vivienda por el huracán Irma, informó el diario oficial Granma.

Las afectaciones pendientes todavía son 60.975 derrumbes totales, 36.739 derrumbes parciales, 17.789 pérdidas totales de techos y 90.024 parciales, más 4.334 afectaciones de tanques de agua, carpintería e impermeables en edificios familiares.

Los daños del huracán Irma fueron cifrados en más de 13.000 millones de pesos cubanos y afectaron a al menos 158.554 viviendas.

Según Francisco Díaz Hernández, presidente del Grupo Empresarial de Materiales de la Construcción, el 2017 fue "un año tenso" en el que no se cumplió la producción de cemento por el mal estado técnico que poseen las plantas y la falta de recursos financieros para adquirir materiales, piezas y equipos.

También se incumplió la producción de cerámica blanca "por déficit de piezas de repuesto; la falta de financiamiento para adquirir las materias primas de importación e insuficiente organización del flujo tecnológico y productivo".

En el caso de la producción y la colocación del hormigón asfáltico caliente los resultados fueron mejores: de 872.884 toneladas proyectadas se ejecutaron 849.193, para un 97,3% del plan anual.

Directivos del MICONS, además, adelantaron este viernes que para 2018 tienen varios proyectos de inversión extranjera como la construcción de instalaciones hoteleras en Trinidad y del complejo inmobiliario asociado al campo de golf de Carbonera y Bellomonte, así como la construcción de obras e infraestructura en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Esta semana el Gobierno dijo que aspiraba a construir "a mediano plazo" 62.000 viviendas cada año. En el proyecto están incluidas 5.000 Petrocasas.

Cuba concluyó 2017 con un fondo de viviendas de alrededor de 4.000.000, pero con un déficit que ronda el millón, según datos publicados por el extinto Instituto Nacional de la Vivienda.

Solo en La Habana, con poco más de 2.100.000 habitantes, existe un déficit de 206.000 viviendas, seguida de Santiago de Cuba con 103.000, en un país con una población total de 11.200.000 personas.

La situación de la vivienda y el estado de las edificaciones en el país es preocupante. Hay familias que sobreviven en sitios readaptados como vagones de tren.

Los cubanos tienen que improvisar e ir solucionando los problemas constructivos de sus viviendas con medios propios y muchas veces caen en lo que el Gobierno califica de "ilegalidades urbanísticas".

Conseguir materiales para la construcción es bastante difícil o suelen tener precios elevados que el cubano de a pie no puede pagar con el salario. El Gobierno también impide las reparaciones realizadas por los propietarios y pone trabas y requisitos cuando no ofrece nada a cambio. Por ejemplo, en 2016 solo en La Habana las autoridades impusieron 5.471 multas por remodelaciones de exteriores.

No existe una política ni estrategia nacional para remodelar las edificaciones ni para la conservación de las viviendas.

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