Cuatro de los seis niños que sufrieron quemaduras en las Parrandas de Remedios el pasado 24 de diciembre continúan ingresados en el hospital infantil José Luis Miranda de Santa Clara, un mes después de los sucesos, según dio a conocer el diario oficial Granma.
De los cuatro ingresados tres de ellos continúan reportados como "de cuidado" y el cuarto, el habanero Lázaro José Bruzaín Díaz, está calificado como "muy grave", debido a que tiene un 19% de la superficie corporal afectada, explicó la doctora Jacqueline González Díaz, jefa de la sala de Quemados del hospital infantil.
A esa sala arribaron en diciembre los seis menores de entre 11 y 15 años, "todos en muy malas condiciones, con quemaduras de entre un 22 y un 55% del área corporal", detalló la doctora quien tuvo la primera impresión de que pocos saldrían con vida.
A mediados de enero, la prensa oficial había informado que se había dado el alta a tres de los seis menores, pero de acuerdo con las declaraciones de las autoridades médicas este miércoles solo han podido ir a sus casas dos de los heridos.
En el caso de los adultos que resultaron heridos durante las Parrandas, la prensa oficial no ha actualizado la información médica.
El pasado 19 de enero se mantenían ingresadas todavía al menos una decena de personas que sufrieron quemaduras en estos sucesos. De ellas, dos estaban en estado crítico extremo, pues sus quemaduras se extienden al 92% del cuerpo; mientras otra estaba muy grave, otras tres graves y dos más de cuidado.
Las Parrandas son fiestas populares de tradición centenaria que se celebran cada 24 de diciembre en la localidad de Remedios, donde dos barrios del municipio, El Salvador y El Carmen, alternan y se desafían como contendientes a través de la música, la danza y los fuegos artificiales.
Una vez que las campanas de la Iglesia Parroquial Mayor repican cerca de la media noche, cada bando muestra el secreto largamente protegido todo un año: el diseño de las carrozas, faroles, fuegos artificiales y trabajos de plaza.
Las Parrandas de Remedios son una celebración cultural y folclórica cubana, reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación, que comenzó en el año 1820 y luego se extendió a otros 17 pueblos y ciudades de la Isla.