Liberales y demócrata-cristianos suecos plantearon este jueves en un debate en el Parlamento del país que no votarán a favor del acuerdo entre la Unión Europea y el régimen cubano cuando el Gobierno lo presente formalmente ante el legislativo.
La parlamentaria liberal Birgitta Ohlsson y la demócrata-cristiana Sofia Damm explicaron que sus partidos se plantarán si no se ven cambios positivos en la Isla con respecto a los derechos humanos.
El debate fue iniciado por Ohlsson en una interpelación que hizo este miércoles ante el Parlamento a la ministra de Exterior, Margot Wallström, socialdemócrata.
La parlamentaria no fue nada optimista sobre la situación en Cuba y mencionó la estadísticas ofrecidas por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) sobre la represión y la encarcelación por motivos políticos en Cuba en 2017.
Aunque Ohlsson consideró que el acuerdo de la UE con La Habana es una herramienta para el diálogo, tanto ella como Damm afirmaron que "si no se ven cambios muy positivos en la Isla no van a votar para ratificarlo".
"El pacto no es suficientemente claro en relación con la situación de los derechos humanos actualmente", insistieron.
Erick Jennische, director para América Latina de Civil Rights Defenders, dijo a DIARIO DE CUBA que para la ONG este debate "es muy positivo y muestra que los liberales y demócrata-cristianos toman en serio la posición de muchas organizaciones de la sociedad civil cubana, de que la situación en la Isla ha empeorado y que no se debería contribuir a la financiación del Gobierno".
"La posición de los dos partidos es evidentemente el resultado de un trabajo de incidencia de Civil Rights Defenders y varias organizaciones cubanas como Estado de Sats", consideró.
"La posición de nosotros ha sido muy clara desde el inicio de las negociaciones entre la UE y el Gobierno de Cuba. La Habana debería ratificar e implementar los pactos internacionales de derechos humanos, liberar a todos los presos políticos y terminar de reprimir a la oposición para que un acuerdo sea legítimo", concluyó.
El acuerdo provisional de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba fue puesto en marcha en noviembre del pasado año.
El pacto se firmó en marzo del mismo año en la capital cubana y derogó la Posición Común de 1996, que exigía a La Habana respeto a los derechos humanos y transformaciones democráticas, y que el régimen consideraba una intromisión en sus asuntos internos.
Con esta rúbrica Cuba dejó de ser el único país latinoamericano que no contaba con un marco legal de este tipo para regular sus relaciones con el bloque comunitario.
El acuerdo entre Bruselas y La Habana ha sido duramente criticado por opositores cubanos, que lo consideran "oxígeno" para el régimen.
La principal diplomática de la Unión Europea, Federica Mogherini, dijo en una reciente visita la Isla que el bloque continental ya se ha convertido en el primer socio comercial del Gobierno cubano, y anunció una serie de acuerdos de cooperación en energías renovable, agricultura sostenible y cultura por 59.100.000 dólares.