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Política

Elián González: 'Mi madre estaría feliz de que yo estuviese en Cuba'

Elizabeth Brotons murió en el mar como miles de cubanos intentando emigrar a EEUU. En el momento final salvó la vida de su hijo balsero.

Sancti Spíritus

Elián González dijo este viernes que su madre Elizabeth Brotons (balsera fallecida en el mar, que salvó la vida de su hijo antes de morir) "estaría feliz de que mi estancia hubiese sido en Cuba, de que yo estuviese con mi papá en Cuba".

En entrevista con el semanario oficial Escambray, González se refirió a su madre, algo inusual dentro de la campaña mediática alrededor del otrora niño balsero.

La historia de Elián González, el niño cubano balsero de cinco años, conmocionó y tensó las relaciones gubernamentales entre EEUU y Cuba hace 18 años. La familia en Miami del menor y su padre en Cuba fueron objeto de una manipulación política y mediática en la que estuvo en medio el niño.

Fidel Castro usó este suceso de la muerte de Elizabeth Brotons en el mar que consigue salvar y dejar a flote a su hijo como plataforma para lanzar lo que el régimen llamó "batalla de ideas" para hacer política y reclamar el regreso del niño a la Isla.

Elián González actualmente es uno de los voceros del régimen.

Elizabeth Brotons —una madre divorciada que decidió emigrar ilegalmente a EEUU buscando un mejor futuro para ella y su familia—, en la narrativa del régimen, se convirtió en una irresponsable, una mala madre que puso en peligro la vida de su hijo para seguir a un marido, alguien sin voluntad propia.

Su hijo, según han criticado vecinos, ha hecho silencio sobre su madre e, incluso, estos propios conocidos y amigos dicen sentir "vergüenza" y "tener pánico" por hablar de ella.

Interrogado por la prensa oficial sobre su madre, Elián González dijo: "Mi madre, en un intento de tenerme a su lado y a la de vez buscar una mejor vida económica, producto del propio bloqueo norteamericano contra Cuba, de la Ley de Ajuste Cubano que incitó a tantos cubanos a lanzarse al mar, como víctima de esta ley murió y no pudo verme ni crecer, ni desarrollarme".

"Creo —prosiguió González— que ella estaría orgullosa de mi papá, más que de mí; de mi papá, por no haber cejado en su empeño, por haber sido intransigente y severo en su reclamo, por haber luchado hasta el final por tenerme junto a él. A ella no creo que un factor que le hubiese interesado mucho es si yo estaba en Cuba o estaba en Estados Unidos (...). Yo creo que ella estaría feliz de que mi estancia hubiese sido en Cuba, de que yo estuviese con mi papá en Cuba".

Acerca de la expedición en balsa en la que perdió la vida Elizabeth Brotons agregó: "En medio del proceso perdí a mi madre, lo cual significó una derrota en mi vida; no fue un freno para mi desarrollo, aunque sí lo hizo un poco más difícil; pero a pesar de eso me siento orgulloso".

Sobre Fidel Castro (quien desplegó toda una campaña política para su regreso a Cuba después de que González llegara como balsero a allí), señaló que "aunque lo veo como Dios, como una persona gigantesca en todo el sentido de la palabra, como padre, lo veo como un amigo".

Asimismo, agregó que estaba unido al difunto dictador por la coincidencia de la fecha de la muerte con la fecha en que él fue hallado en el mar.

El 25 de noviembre "son tres coincidencias: haber partido en el Granma, haberme encontrado a mí en el mar y que partiese el comandante en el plano físico".

"No sé si tal vez él (Fidel Castro) tuvo la noción del día que iba a morir, pero al menos lo presintió", agregó González.

Asimismo, agradeció a la prensa oficial de la Isla porque "ha sido muy respetuosa conmigo, porque jamás he participado en una entrevista en Cuba en la que se me haya hecho una pregunta mal intencionada o tratando de buscar una respuesta incómoda".

Y agradeció además al régimen "porque siempre han tratado de mantener alejada" a la prensa internacional.

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