Paul Bekaert, un abogado de los cinco espías cubanos de la Red Avispa, representará a Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, que proclamó inconstitucionalmente la independencia de Cataluña el pasado viernes, informa El Diario Vasco.
Puigdemont fue cesado de su cargo en aplicación del artículo 155 de la Constitución española y acusado por la Fiscalía de España por rebelión, sedición, malversación y otros delitos. Actualmente se encuentra en Bélgica.
El Diario Vasco señala que el abogado belga que se ocupará de este político catalán en el pasado ha defendido a terroristas de ETA y que, además, "sus labores de defensa se han centrado en militantes violentos de células marxistas".
Recuerda, además, que uno de los casos en que ha participado Bekaert es el de los espías de la Red Avispa detenidos en EEUU en 1998 y acusados de infiltrarse en organizaciones anticastristas con el fin de actuar contra ellas.
Bekaert estuvo en 2000 en Atlanta en el juicio contra los espías cubanos y actuó en representación de la denominada "Liga pro Derechos Humanos".
"En varias ocasiones (el abogado belga) —prosigue El Diario Vasco— intervino como portavoz de los procesados y llegó a comparecer en los medios de comunicación de La Habana para dar su versión sobre la significación del juicio. Los espías fueron condenado a penas que oscilaban entre la cadena perpetua y los 15 años, aunque este castigo sería rebajado posteriormente en apelación".
En 2014 fueron enviados a Cuba en un intercambio de espías apresados entre Washington y el Gobierno de Castro.
Bekaert también estuvo implicado en el caso de Fehriye Erdal, miembro de grupo terrorista de extrema izquierda turco; y en el de algunos etarras como Natividad Jáuregui, "Pepona", acusada de asesinar en 1981 al militar Rafael Romeo.
Los cinco espías cubanos —Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González— fueron arrestados en Miami el 12 de septiembre de 1998 bajo cargos de espionaje.
Luego fueron hallados culpables en 2001 de conspirar y operar como agentes extranjeros sin haberlo notificado al Gobierno de EEUU.
Hernández Nordelo había sido condenado a dos cadenas perpetuas por penetrar en instalaciones militares de EEUU y participar en el derribo de dos avionetas civiles de Hermanos al Rescate.
Este espía le proporcionó información al régimen para perpetuar el crimen en el que murieron los pilotos Mario Manuel de la Peña, Carlos Acosta, Armando Alejandre y Pablo Morales.
Los cuatro pilotos, que se dedicaban a ayudar a balseros cubanos, viajaban en dos avionetas que fueron derribadas el 24 de febrero de 1996 por misiles aire-aire disparados por cazas MIG cubanos en el espacio aéreo internacional.