Algunos ciudadanos estadounidenses que viajaron a Isla y estuvieron vinculados con funcionarios de inteligencia de la Embajada de EEUU en La Habana dicen que han experimentado síntomas similares a los sufridos por al menos 22 diplomáticos estadounidenses tras los misteriosos "ataques acústicos".
"Desde que emitimos la Advertencia de Viaje del 29 de septiembre, hemos recibido informes de un puñado de ciudadanos estadounidenses que reportan que experimentaron síntomas similares después de estancias en Cuba", dijo un funcionario del Departamento de Estado a CBS News.
Añadió que no tenían forma de verificar si fueron perjudicados por los mismos ataques dirigidos a los empleados oficiales de Washington.
En este punto, cercano ya al año desde que comenzaron los presuntos ataques dirigidos a los diplomáticos en La Habana, Cuba, los investigadores estadounidenses no están más cerca de determinar la fuente o los métodos utilizados, según funcionarios cercanos a la investigación en curso del FBI y la CIA, citados por el medio estadounidense.
Los expertos han estado investigando si los ataques fueron causados por algo más que los hasta ahora manejados dispositivos sónicos. El personal del Gobierno estadounidense afectado por los incidentes en la Isla se quejó de escuchar ruidos fuertes, extraños e inexplicables en hogares y hoteles.
Fuentes cercanas a las pesquisas han hecho referencia específica a los hoteles Capri y el Nacional.
Registros médicos a los que tuvo acceso CBS News muestran que algunos estadounidenses sufrieron leve lesión cerebral traumática, problemas cognitivos, pérdida de audición y otros problemas de salud.
"Las víctimas incluyen a un puñado de estadounidenses conectados con la comunidad de inteligencia estadounidense", añadieron otras fuentes.
La Administración de Donald Trump ordenó que la mayor parte de su personal y todas sus familias abandonen Cuba y ha expulsado a un número proporcional de funcionarios de la embajada cubana en Washington.
EEUU ha dicho que no culpa al Gobierno de Cuba por los ataques; los investigadores consideran que otro país podría estar involucrado. Sin embargo, sí han dejado claro que la seguridad de sus representantes es responsabilidad de La Habana.