El pasado viernes falleció en Varadero el canadiense Gustave Villeneuve de un paro cardíaco, informa el diario The Sherbrooke Times.
Villeneuve, de 65 años, estaba de vacaciones en la Isla junto a su esposa.
"Mi madre le pidió que fuera a bañarse junto a ella. Ella ya estaba en el mar, dentro del agua, y miró a mi padre en la playa. Ella vio cómo se levantaba y se dirigía hacia ella. Al cabo de tres o cuatro pasos él perdió el equilibrio y se cayó", contó Angélique Villeneuve-Veer, hija del matrimonio.
La mujer fue a socorrerlo. Llegó junto a él que todavía respiraba, pero en la playa no había ningún médico ni nadie que pudiera auxiliarlo y hubo que esperar a la llegada de una ambulancia.
De acuerdo con Angélique Villeneuve, su padre fue trasladado a una clínica donde, a pesar de las maniobras de reanimación, no sobrevivió.
Asimismo, la joven sostuvo que su padre estaba en perfecto estado de salud.
La joven ha iniciado una campaña para recoger fondos y poder pagar la repatriación del cadáver de su padre a Québec que le costaría alrededor de 10.000 dólares y afirma que además debe pagar una tarifa diaria de 50 dólares por la conservación de los restos.
La campaña iniciada en el sitio One Dollar Gift ya contaba en la tarde de este miércoles con 7.224 dólares donados.
"Mi madre perdió su trabajo. Ella todavía está buscando un trabajo y mi padre era el único ingreso que teníamos en la casa. Estoy en la universidad", explicó sobre la recaudación de fondos.
Estas vacaciones varios turistas canadienses han estado envueltos en sucesos en la Isla.
En julio, Alex Sagriff, de 18 años, murió en Varadero durante un viaje de graduación. En agosto, los médicos cubanos dijeron que había fallecido de causas naturales: "Sagriff murió de problemas relacionados con el corazón y el pulmón, como edema pulmonar agudo, infarto agudo de miocardio e insuficiencia cardiaca isquémica", enumeró la autopsia.
El 21 de julio, Cole Antinello, de siete años, fue operado de emergencia en Cuba en un hospital que su madre calificó como "una zona de guerra", un sitio "asqueroso" donde "el agua corría por las paredes, los inodoros se desbordaban y había polvo en todas partes".