Jordi Cabarrocas, representante de 197 familias españolas expropiadas por Fidel Castro, cree que el Gobierno "acabará devolviendo fábricas, tierras y hasta viviendas confiscadas", porque demostrarían al mundo que aquellos que desean invertir en la Isla podrían tener "la seguridad jurídica de que sus propiedades serán respetadas".
En una entrevista que publica este sábado el diario La Vanguardia, Cabarrocas asegura que "para la Cuba de hoy, esa devolución no sería una pérdida, sino una inversión".
Según el catalán, a La Habana le costaría "mucho menos que no devolverlas, porque ahora mismo ningún inversor serio se atreve a confiar a largo plazo en el régimen cubano y arriesgar su dinero —me refiero a grandes inversiones— en la Isla. Y hoy son imprescindibles", asegura.
Aunque Cabarrocas admite que es cierto que ya hay inversiones turísticas españolas, para él "la economía cubana está estancada. La industria del azúcar está bajo mínimos y la economía malvive del turismo, que requiere con urgencia capital extranjero para renovarse".
El descendiente de uno de los arquitectos del Capitolio de La Habana dice al diario español que La Habana "está siendo aconsejada" al respecto. "La devolución sería un mensaje de seguridad jurídica en un momento clave en el que Cuba concentra la atención del mundo por la apertura que ha iniciado Obama", prosigue.
Aunque parece difícil, tanto retornar con equidad lo que hace más de medio siglo que ya es de otros, como creer que el Gobierno cubano lo hará, Jordi Cabarrocas apuesta por ello.
"Pues lo hemos estudiado en profundidad con expertos en derecho internacional de Estados Unidos y de la Unión Europea —manifiesta—. Y el 90% de los países expropiadores han acabado devolviendo las propiedades (o indemnizando por su expropiación) a sus legítimos propietarios".
Cabarroca cree que si ha sido posible "en casos tan complejos como el de Líbano, donde la guerra civil movía frentes y fronteras a diario y, con ellas, las propiedades, que iban cambiando de manos", en un caso como el de Cuba, podría concretarse.
"Hubo una confusa negociación entre Madrid y La Habana en 1988 que acabó con algunas compensaciones 'en especie' muy discutibles. Pero no es en absoluto suficiente", considera.
"Lo que queremos es propiciar que quienes eran empresarios, profesionales y emprendedores en Cuba puedan hoy reconciliarse con la Isla y sus gentes, y aportar ahora su talento para hacerla más próspera".
Cabarroca y sus representados llevan más de diez años "de continua búsqueda e incontables reuniones".
"El mundo avanza, y si Cuba quiere progresar, tendrá que compensarnos. La apertura de Obama nos ha recargado las pilas. Al principio tuvimos incluso que adelantar a algunos el importe de las indemnizaciones que acabarán recibiendo", dice.
Jordi Cabarroca es el director general de la Compañía de Recuperaciones Patrimoniales de Cuba 1898. Según su Misión, descrita en su web oficial, busca ayudar a todos "los afectados a recuperar las propiedades registradas en el Registro de la Propiedad de Cuba antes del 1 de enero de 1959, cuando las leyes de la República de Cuba lo permitan".