El Gobierno de Nicaragua envió este domingo al Ejército a expulsar a 1.917 emigrantes ilegales cubanos que habían ingresado al país desde Costa Rica, a través del puesto fronterizo de Peñas Blancas.
Según el diario nicaragüense La Prensa, el Gobierno de Daniel Ortega, uno de los más cercanos aliados de La Habana, movilizó un batallón de infantería del Ejército y Fuerzas Especiales de la Policía Nacional para rechazar con retenes, gases lacrimógenos y balas de goma a los cubanos.
Managua acusó a San José de violar el territorio nicaragüense y desencadenar una crisis humanitaria al provocar "el ingreso forzoso de miles de migrantes irregulares".
"Responsabilizamos al Gobierno de Costa Rica por desencadenar una crisis humanitaria de graves consecuencias para nuestra región", dijo en un comunicado la primera dama Rosario Murillo, vocera del Ejecutivo de Ortega.
"Denunciamos enfáticamente al Gobierno de Costa Rica por violación de nuestra soberanía nacional, y por incumplimiento de sus obligaciones como Estado, que participa de los mecanismos internacionales donde se acuerda el respeto a las fronteras soberanas y a los derechos de quienes van de un país a otro, en estos tiempos de tanta movilidad humana", añadió.
Managua demandó a los organismos internacionales atender la "grave crisis" que atribuyó a la "irresponsabilidad del Gobierno de Costa Rica".
"El Gobierno de Nicaragua no tolera, ni tolerará, acciones que atenten y arriesguen nuestra seguridad soberana, tanto en lo que se refiere a la integridad de nuestro territorio como al respeto inquebrantable a nuestro ordenamiento jurídico", dijo Murillo.
Costa Rica concedió el fin se semana visas temporales por una semana a centenares de cubanos para que pudieran atravesar el país y dirigirse a Nicaragua, desde donde continuarían su camino hacia Estados Unidos.
Según La Prensa, los cubanos ingresaron desordenadamente el domingo a suelo nicaragüense y avanzaron varios kilómetros hasta que los retenes policiales y militares les bloquearon el paso.
En un comunicado, la Policía Nacional de Nicaragua dijo que los cubanos causaron "graves alteraciones al orden público, ocasionando daños materiales en las instalaciones del puesto fronterizo nicaragüense".
Un segundo comunicado emitido más tarde indicó que los cubanos fueron expulsados del país y hacia Costa Rica.
La prensa nicaragüense describió un operativo con decenas de camiones militares, helicópteros y autobuses repletos de policías. Asimismo, un cerco de antimotines en la localidad de Ostayo que impidió el paso a mujeres, niños, ancianos y hombres de todas las edades, quienes optaron por sentarse en el pavimento.
"Nos han agredido, nos han lanzado gases lacrimógenos, nos han golpeado con balas de goma, y nosotros no les estamos haciendo nada, solo queremos pasar por este país. Vamos de tránsito", afirmó Luisa María Jiménez, originaria de Villa Clara.
"Libertad, libertad!", gritaron los cubanos, mientras pedían a Managua que les permitiera continuar.
Varios emigrantes informaron de lesionados y afectados por las balas de goma y los gases lacrimógenos utilizados por las fuerzas nicaragüenses.
"¡Le partieron la boca a una mujer!", gritaron emigrantes mientras cargaban a otra mujer que se desmayó por la inhalación de gas y tuvo que ser llevada a un centro de salud de la localidad de Sapoá.
La agencia Reuters mencionó además reportes de un niño herido.
"En Costa Rica, nos dieron agua, nos atendió la Cruz Roja, mientras que aquí no nos han dado lugar de buscar algo de comer y, en vez de agua, nos han lanzado gases, nos han maltratado", se quejó Yusef González, uno de los emigrantes citado por La Prensa.
El Gobierno de Costa Rica rechazó las acusaciones del nicaragüense. El ministro de Asuntos Exteriores, Manuel González, dijo a periodistas que su país ha hecho todo lo necesario para atender la situación responsablemente y cumpliendo los instrumentos internacionales, y que el cierre de la frontera dejaría a los emigrantes en manos de redes que se dedican al tráfico de personas.
"Hemos atendido el problema desde el punto de vista operativo y humanitario" que es el que "debe prevalecer", defendió González y criticó la actuación de Managua. "Mandar el Ejército de un país y tirarlo encima de una población migrante, en la situación en la que se encuentran hombres, mujeres y niños, esa es la manera en que ese país (Nicaragua) aborda este tema", dijo.
El ministro González difundió un audio tomado por autoridades costarricenses en la frontera con Nicaragua, en el que un cubano cuenta su versión de lo ocurrido.
"Lo hicimos (cruzar la frontera) pacíficamente, nunca nadie tiró ninguna piedra, no se hizo ninguna agresión contra ningún policía o ningún civil, pero la fuerza policiaca empezó a agredirnos, nos agruparon en la carretera donde empezaron a lanzar gases lacrimógenos, hirieron a una niña de un año y cinco meses", dijo el hombre, citó la AP.
La directora general de Migración de Costa Rica, Kathya Rodríguez, informó que se están habilitando refugios y albergues para los cubanos rechazados por Nicaragua.