La Guardia Civil española ha desmantelado una red internacional especializada en cometer estafas mediantes tarjetas bancarias con las que realizaban compras fraudulentas por internet que después revendían. Diez personas han sido detenidas —dos en Palma de Mallorca y el resto en Málaga—, la mayoría de nacionalidad cubana, informa el diario español ABC.
La modalidad delictiva conocida como Carding. Según la publicación, hasta el momento se han identificado más de 700 operaciones fraudulentas con víctimas en varios países.
El reporte no identificó a los arrestados.
Los investigadores creen que la organización lleva varios años cometiendo este tipo de estafas, que existen perjudicados en todo el mundo y que el valor del fraude puede alcanzar millones de euros.
En un comunicado, la Guardia Civil informó que la operación, denominada Proxy, se inició en noviembre de 2012 al detectarse que uno de los ahora detenidos había realizado vuelos por valor de 25.000 euros.
Los integrantes de la red en España eran los responsables de adquirir todo tipo de productos con los números de las tarjetas bancarias. Las compras incluían billetes de avión o tren, artículos electrónicos audiovisuales, de telefonía móvil de última generación y, sobre todo, cupones de promoción o descuento de diferentes plataformas alojadas en sitios web.
El líder del grupo y sus principales colaboradores se repartían las principales funciones. Uno de ellos era el encargado de obtener las numeraciones en internet y gestionar operativamente las tarjetas, mientras que otros recibían las compras realizadas y captaban "clientes".
Los miembros de la red, residentes en Rusia, Vietnam, Perú, Ecuador y Estados Unidos, conseguían las numeraciones mediante técnicas de phising o skimming, por medio de ataques informáticos a empresas de comercio electrónico o a través de programas automáticos de generación de numeraciones.
Después, revendían los productos a precios inferiores al valor de mercado. Para ello, se había instaurado una red de contactos, según la Guardia Civil.
Durante la operación, se practicaron cinco registros domiciliarios en la provincia de Málaga. El material incautado, entre otros objetos, incluye teléfonos móviles de alta gama, televisores, equipos de alta fidelidad, ordenadores, documentación y 30.000 euros en efectivo.
La Guardia Civil destacó que los componentes de la organización tomaban grandes medidas de seguridad en sus desplazamientos y cambiaban frecuentemente de domicilio para dificultar su localización.
La operación continúa abierta y se prevén nuevos arrestos.